
¿Quién de nosotros no se ha atrevido a dar una opinión sobre las causas de esta pandemia del covid 19, sobre sus consecuencias o sobre las medidas a tomar para reducirla o eliminarla?
De algún modo (seguramente con buena intención) hemos intentado comprender y solucionar lo que está sucediendo. Pero, yo soy de los que opinan que la búsqueda de la verdad para una crisis sanitaria no puede hacerse sin contar con el conocimiento científico.
Sin embargo, los científicos no trabajan con dogmas infalibles e inamovibles, ni mucho menos se los imponen a nadie por la fuerza. Los científicos parten de teorías que se demuestran, que se comprueban, y que si es necesario se modifican a la vista de los resultados empíricos.
La ciencia se caracteriza precisamente por eso, por su capacidad autocrítica. Es fundamental para un científico el cuestionar sus propias teorías. De ahí, que a veces comprobemos cambios en el desarrollo de una teoría, como estamos viendo que sucede con algunas de las actuaciones contra el covid 19.
Por ello, me atrevo a decir que las explicaciones populares (incluso de personas con responsabilidades políticas, económicas y judiciales) que se escuchan sin los conocimientos convenientes no son teorías científicas.
Las teorías científicas, a veces, son complicadas, difíciles de entender para los no iniciados en una determinada materia. Por eso, alguna vez nos quedamos con las explicaciones populistas que son más fáciles de entender.
Estos populistas suelen ofrecer sus productos a través de los medios de comunicación a su servicio y de las redes sociales. Los populistas apelan a los sentimientos, y siempre exponen verdades indiscutibles.
En mi blog, dedicado a la paz y seguridad internacional, siempre trato de encontrar explicaciones racionales a los conflictos como mejor modo de solucionarlo. En la mayoría de los conflictos influyen los sentimientos ligados a los dogmas religiosos, políticos, económicos y culturales.
En esta pandemia global, a mi juicio, hay demasiados dogmáticos tratando de imponer sus ideas no acordes con el conocimiento científico. Les recordaría que el progreso de la humanidad se debe casi exclusivamente a la ciencia.
Los dogmáticos históricamente han conducido a la humanidad a enfrentamientos terribles.
Me intento vacunar contra estos dogmáticos porque yo creo que la ciencia y el dogma son incompatibles.
Javier Jiménez Olmos
18 de octubre de 2020
Es evidente, el dogmatismo es irracional. cuando repito, con tantas otras personas: «solo sé que NO sé nada» es decir que ¡quiero saber! me encanta aprender, auto formación? pues SÍ, lecturas, ¡claro que hay que leer!!, pero NO a los dogmáticos porque esos son puertas bloqueadas a cal y canto. Dialogar (?) con los que saben que la humanidad es una, con los que no desean fronteras, con los que saben reírse de los trapos (banderas) los que saben que un color es una de las infinitas ondas que no existen porque si vemos rojo sabemos que en realidad es amarillo, verde…todo menos rojo que es la única onda rechazada por la materia que por eso la veo roja. La ciencia me salva. Cuando estoy en «baja forma» me salvan los chistes (tengo una estupenda colección) y la cuántica, ¿por qué la cuántica? porque es la que menos comprendo y me obliga a «intentar entrar dentro» y no lo consigo , pero sigo erre que erre…y comprendo sin comprender,