
Acaba de finalizar el periodo electoral en España. Mucha campaña, mucha promesa y mucho ruido mediático. Ahora llega la hora de la verdad, hay que pasar a la acción.
El mundo se enfrenta a una amenaza global que requieres soluciones globales. Pero también hay que comenzar a trabajar desde los municipios, comunidades autónomas y el Estado. Tenemos un enfermo debido al cambio climático, cuya gravedad avanza cada día, es nuestra casa, es la Tierra.
Aún estamos a tiempo para modificar el cambio climático. Por tanto, los nuevos dirigentes políticos deben ser los impulsores de medidas que contribuyan a no deteriorar más nuestro planeta. Ahora que tanto se habla de pactos en España, ¡ojalá se pongan de acuerdo para proponer iniciativas que contribuyan a frenar el cambio climático!
El cambio climático ha sido un proceso natural durante millones de años en la Tierra, sin embargo, en los últimos decenios estamos asistiendo a una evolución acelerada de ese cambio climático como consecuencia de la actividad humana.
La comunidad científica especializada en este fenómeno del cambio climático sostiene que nos encontramos en la época del antropoceno, es decir, el periodo de tiempo en el que la actividad humana afecta al ecosistema, con el consiguiente riesgo para la vida en la Tierra tal y como ahora la conocemos.
Existe una probabilidad de que la temperatura del planeta aumente en dos o tres grados, en un futuro no lejano, de continuar con el actual sistema de explotación y consumo de combustibles fósiles. Las consecuencias de este incremento de temperatura serán catastróficas para la humanidad y para la vida en este planeta.
El ecosistema entero se verá afectado, lo que repercutirá en la agricultura y la economía. Millones de personas se verán obligadas a desplazarse a lugares donde haya agua y condiciones meteorológicas más benignas. Aparecerán nuevos conflictos en la lucha por el agua y las tierras fértiles, y se agravarán los ya existentes.
El Banco Mundial estima que como consecuencia del cambio climático 86 millones de personas de África Subsahariana emigrarán a otros lugares en un futuro próximo. En 2014 ya había 19 millones de desplazados en todo el mundo como consecuencia de desastres naturales como inundaciones.
El mundo se dirige hacia un suicidio colectivo provocado por una economía basada en la extracción y consumo de los combustibles fósiles. Un capitalismo salvaje que no tiene otro objetivo que el beneficio inmediato, sin pensar en las consecuencias que para la humanidad tendrá esta carrera hacia la destrucción de la Tierra.
Algunos poderes económicos y determinados líderes políticos han decidido no afrontar el problema. Los primeros por un interés económico, los segundos para no perder el apoyo de los primeros. Y así, una parte del gran público, condicionado por unos y por otros, y por los medios de comunicación que les sirven de propaganda ignoran la gravedad del problema.
La seguridad humana está en peligro por el cambio climático si no se toman las medidas preventivas adecuadas. Por desgracia, para alguno de los principales líderes mundiales el cambio climático no es una prioridad, ni tan siquiera una preocupación, más aún, niegan los informes de los científicos (es al caso del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump).
Ante las evidencias científicas del cambio climático hay que tomar conciencia global. No se puede consentir que los intereses económicos de unos pocos pongan en peligro la vida en la Tierra. No se puede adoptar una actitud pasiva porque es algo que afecta al futuro de la humanidad.
Lo que está sucediendo en el Ártico es un buen indicador de este cambio climático. En el Ártico se han registrado en los últimos años temperaturas 20ºC por encima de lo normal. El Ártico puede quedarse sin hielo en 30 años, lo que provocará el aumento del nivel del mar y la consiguiente inundación de zonas costeras e islas. La criosfera (capa de hielo) es cada vez más fina.
En el Ártico, la disminución del hielo entre 1979 y 2012 ha sido de entre un 3,5 y 4,1 por ciento por decenio. En 1979 la superficie helada del Ártico era de 16,5 millones de km2. En 2016 había disminuido a 14,4 millones de km2 y continúa decreciendo.
Además, el deshielo causará mayor incidencia de las radiaciones solares, debido a que las masas blancas de hielo y nieve reflejan la radiación y actúan también como refrigerante. Por tanto, con menos masa blanca más calentamiento global. La masa blanca produce el 80% del albedo (la radiación reflejada por la superficie), lo que contribuye a regular la temperatura de la Tierra.
Si hay deshielo la masa blanca desaparece y se convierte en agua que es mas oscura y no refleja tanto las radiaciones. Esto también contribuye al incremento de la temperatura del planeta. El deshielo y el calentamiento global afecta a los océanos y las corriente marinas, lo que causa fenómenos meteorológicos extremos.
El deshielo del Ártico ofrece la oportunidad de explotar nuevos yacimientos de gas y petróleo, lo que implicará mayor consumo y, por tanto, mayor expulsión de gases de efecto invernadero (CO2). A mayor concentración de estos gases, más calentamiento global.
La temperatura del permafrost (capa del subsuelo permanentemente congelada pero no permanentemente cubierta de hielo) ha aumentado, lo que también contribuye a la desaparición de la nieve.
El cambio climático produce
- Deshielo
- Aumento del nivel del mar
- Aumento de la temperatura de la tierra y de los mares
- Fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales
El cambio climático afecta
- A la agricultura
- A la vegetación y a los animales
- A la vida humana
El cambio climático causará
- Crisis alimentarias
- Escasez de agua
- Conflictos por las tierras fértiles y el agua
- La militarización de zonas como el Ártico
Frenar el cambio climático debe ser la máxima prioridad. Ningún otro proyecto sera realizable al medio o largo plazo si la vida en el planeta se hace mas hostil. En los últimos años ha habido el mayor registro de temperaturas máximas en el planeta. El año 2016 ha sido el más caluroso desde que se tienen datos, con 1,1ºC de media por encima de lo normal.
Para frenar este incremento de temperatura a menos de 2ºC de los niveles preindustriales se necesita un cambio radical. Cuanto más se tarde en actuar más difícil será parar el cambio climático. El tope máximo de elevación de la temperatura no debe sobrepasar lo 1,5ºC, si se supera esta cifra el daño para la Tierra podría ser irreversible. Superar los 2ºC será catastrófico.
La mitad de los gases contaminantes acumulados en la atmósfera desde la era industrial se emitieron a partir de 1998. Es necesario disminuir las emisiones de CO2 a la mitad antes del 2030, y a nivel cero para el 2050. Todos los países contaminan, pero los más contaminantes son
- China
- Estados Unidos
- India
- Rusia
- Japón
Las empresas relacionadas con los hidrocarburos y las ciudades son responsables en la mayor parte de las emisiones de gases contaminantes.
No caben excusa, es necesario rectificar algunos de los aspectos de nuestro modelo de vida, a pesar de la gran influencia de los intereses económicos de las grandes corporaciones que extraen y explotan los hidrocarburos (constituyen el 2,2% del PIB mundial) hay que conseguir un sistema de vida respetuoso con el medioambiente.
Algunos ejemplo nos proporcionan el escaso interés por abordar este grave problema. En 2015, la Unión Europea el porcentaje de consumo de energías renovables fue solo del 16,7%, aún menor en España con un 16,2%. Los países del G20 destinaron 63.400 millones de dólares a proyectos de combustibles fósiles entre 2013 y 2015, y solo 16.500 millones a energías renovables en el mismo periodo. Según un informe de 2017 de la Agencia Internacional de la Energía la inversión pública prioriza las energías contaminantes.
Es tiempo de pactos locales, regionales, nacionales y globales para conseguir que la Tierra no sufra las consecuencias del cambio climático producido por la actividad humana.
El cambio climático
pone en peligro el futuro de las nuevas generaciones
Javier Jiménez Olmos
31 de mayo de 2019
Para elaborar este artículo se ha consultado el libro de Vicenç Fisas:
Geopolítica del Ártico. La amenaza del cambio climático (Icaria)
Los datos proporcionados en este artículo están tomados del mencionado libro y de los informes publicados en esta web:
https://www.miteco.gob.es/es/ceneam/recursos/mini-portales-tematicos/Cclimatico/informe_ipcc.aspx
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Muy de acuerdo en proteger la Tierra. Faltaría más.
Pero al hacerlo, lo que veo es que sus principales enemigos son nuestros gobiernos que son los que con sus Leyes y Reglamentos han creado la basura, los combustibles y los hábitos de consumo que son el principal problema. Nosotros no tenemos la culpa ni de lejos.
Hace 40 años el diésel era menos del 7% de los coches particulares. Pero se refinaba aquí y nos llevaron a usarlo. Hoy, además, es igual que la gasolina a estos efectos. Y siguen demonizándolo para estrujarnos.
Hace cuarenta y cinco años el Lechero nos traía cada madrugada dos botellas de leche (excelente). Botellas de Cristal y ¡en una camioneta eléctrica!. Era Londres, años 70, no en la Montaña asturiana.
Las bolsas del supermercado eran de redecilla Textil. Estupendas.
Es decir, los causantes son muy claros. Ahora, simplemente, lo usan para freírnos a más impuestos.
Tanto es así que la gente ya no les cree porque se ha creado una brecha de credibilidad destructiva por causa de los mismos gobiernos y sus instituciones locales y globales.
Como conoce el autor hay una etapa en algunos conflictos entre naciones o entre imperios y sus estados vasallos que se conoce como la creación de territorios grises o «grey zones» en inglés. En España lo trata bastante bien el profesor Josep Baqués en, por ejemplo, aquí. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_investig/2017/DIEEEINV02-2017_Concepto_GaryZone_JosepBaques.pdf
Una parte creciente de la opinión occidental documentada que piensa que la cuestión del CC –antes promocionado como Calentamiento Global o CG– es un intento de Occidente por imponer su agenda de dominación global.
Una agenda que arranca precisamente en la «imposición de determinadas ideas» cuya principal función es la creación, en territorios «hostiles» o «vasallos», de estados de opinión que permitan la dirección en remoto dando la apariencia de que los liderazgos locales son los dueños de las iniciativas y, todo lo más, se unen a movimientos análogos espontáneos en una gran corriente espontánea de afectos globales.
Naturalmente, al identificar estos temas, ha de incluirse algún fondo emocional que de modo reflejo nos produzca una adhesión afectiva instantánea. Una vez establecida, el resto cabalga sobre ella en un proceso que en inglés se conoce como «motherhood statements». Algo que todos creemos, compartimos y amamos es usado para transportar otras ideas.
Por ejemplo «la Madre». La «madre» Tierra ha de ser protegida de sus enemigos. ¿Quién está en desacuerdo? Un servidor, desde luego, no lo está ni lo estará nunca. Pero soy consciente de que la tierra ya ha pasado la mitad de su vida y le queda menos del 20% de la misma antes de que el Sol la abrase al envejecer.
Pasar de ahí al «calentamiento global» –cuestionado en sus causas y efectos por las Academias de Ciencias Rusas, India y China porque estamos justo en medio de un Ciclo Solar que certificaría lo contrario– es un salto improbable por excesivo y mucho más lo es el decir que el responsable de ello –y de su salvación si obedecemos– somos nosotros.
Esto era tan burdo que ha descalificado a Al Gore para los restos y finalmente motivó el cambio del slogan a «Cambio Climático» que es algo que nunca podrá ser negado porque el cambio es constante en nuestra historia. De hecho en los últimos 700 años hemos tenido un periodo cálido (con árboles en Groenlandia y vino en Inglaterra) y una mini glaciación conocida como The Little Ice Age que puede verse en cualquier cuadro del Támesis helado en invierno hasta tal punto que en él se instalaban mercadillos y casetas permanentes hasta el deshielo.
Lo cual nos lleva a pensar que no es sostenible o por lo menos muy dudoso que el 1% de una parte de los posibles factores (gases de efecto invernadero de los cuales el vapor de agua sea el 95%) sea la palanca sobre la que actuar coactivamente (CO2 antropogénico). Si además se ignoran otros factores probados científicamente (ciclos solares y otros de naturaleza cósmica o de movimientos planetarios) estamos en una situación que realmente carece de credibilidad en capas cada vez más amplias de la población.
Hay una excelente explicación de la posición China escrita por Zhang Monan. China usa el impulso de Occidente para ser el principal proveedor de Fotovoltaicas y de baterías de todo tipo.
https://www.project-syndicate.org/columnist/zhang-monan
La Sra. Monan Es una economista China que escribe en diversos medios globales y que, creo, todavía trabaja en el Ministerio de Información de su país.
El texto lo publicó “China Daily” el 22 de Diciembre del 2009 para explicar la postura del gobierno Chino en la Reunión de Copenhague.
Si no fuese posible llegar a dicho documento –de hace diez años– puedo enviarlo en inglés.
Pero todo ello lo resume muy bien este vídeo. de un Nobel. Tómense el trabajo y lo agradecerán por simple recuperación del Sentido Común.
https://www.youtube.com/watch?v=TCy_UOjEir0&t=201s
¿Quiere decir esto que hemos de destrozar la Tierra? ¿Todavía más?
Todo lo contrario pero los ciudadanos no somos los que hemos introducido legalmente ni las bolsas y recipientes de plástico, ni el diésel –promocionado en toda Europa como el combustible de los trabajadores– ni mucho menos la inaudita práctica de la Incineración de Cadáveres a razón de cinco horas de combustión de Hidrocarburos por cadáver.
Habría que correrlos a gorrazos porque, encima, usan sus acciones para hundirnos a impuestos para, tampoco, corregir sus errores.
Este tema va a terminar por destrozar la ya lamentable credibilidad de nuestros medios y gobiernos.
Un saludo
PS. Lo más difícil que hoy tenemos ante nosotros es la capacidad de Discernir la Realidad. Esforzarnos en Discernir –esfuerzo Ignaciano donde los haya– es siempre difícil pero si una de las dificultades principales son los Gobiernos entonces sí que tenemos un problema.
Muchas gracias Ramón por tus aportaciones, siempre tan interesantes y documentadas!
¿Que tal referirnos al “cambio climático “ como “crisis climática”?
He oído que en algún medio internacional se está usando esta terminología que parece que nos apela más a la necesidad de actuar..
Cambio climático lo experimentamos con el transcurrir de las estaciones meteorológicas y en este devenir “el clima por si solo se arregla”.
Podríamos hacerlo, pero lo importante es que nos concienciemos de la necesidad de no destruir el Planeta con nuestro comportamiento irresponsable. Muchas gracias por comentar.