“Nosotros” o “ellos”

La prevención de conflictos para los defensores de las teorías realistas conservadoras se reduce al lema “si quieres la paz prepárate para la guerra”. Siguiendo esa lógica, los Estados nacionales, especialmente las grandes potencias, prosiguen su carrera armamentística. La historia de la humanidad, principalmente la más reciente del pasado siglo XX, ha demostrado que de tanto prepararse para la guerra, esta, ha terminado por producirse.

Considerar la guerra inevitable es una de las premisas de la escuela realista conservadora. Para ello, siempre hay que considerar un potencial enemigo al que enfrentarse. Un enemigo al que se considere responsable de todos los males, agravios y agresiones. Se trata de potenciar el discurso de “nosotros” los buenos y “ellos” los malos. Discurso que se acentúa siempre y con las mismas características en las partes enfrentadas.

El miércoles 29 de junio de 2022, la OTAN ha aprobado en Madrid su nuevo Concepto Estratégico, que cada cual puede interpretar después de su lectura, a la que invito encarecidamente.

Una de las principales novedades de este nuevo concepto estratégico es la consideración de Rusia como amenaza y de China como desafío. Lo cual implica que “ellos” no están siendo tan buenos como “nosotros”.

Puede que sea cierto, y puede que “ellos” tengan la misma evaluación de “nosotros” y la escalada prosiga hasta que, sin darnos cuenta, estemos en un conflicto mundial, lo que será una catástrofe sin precedentes en la historia de la humanidad, dada la gran cantidad de armamento de que dispones los posibles contendientes.

La seguridad es muy importante, pero la paz, que debe ser la principal consecuencia de la seguridad, es lo más importante. La visión realista tiene sus riesgos y el principal es que establece la guerra como inevitable para la solución de los conflictos.

Sí quiero significar, una vez más, que las alianzas militares (las de “nosotros” y las de “ellos”) corren el riesgo de defender intereses políticos, económicos o de otro tipo de determinados Estados (incluso de grandes corporaciones trasnacionales, como las energéticas o armamentísticas).

Por tanto, y como conclusión de esta humilde reflexión, quiero expresar mi deseo de buscar otros caminos para la seguridad humana y para la paz, distintos de aquellos de la confrontación basada en arrogarse la propiedad de la verdad y de la bondad.

Y acabo con otro lema que siempre expreso en todas mis intervenciones:

Si quieres la paz edúcate, educa y trabaja para la paz

Javier Jiménez Olmos

30 de junio de 2022

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