
Adentrarse en el debate sobre el indulto a los políticos catalanes, condenados por su participación en el fallido proceso independentista de Cataluña, tiene sus riesgos. En primer lugar, el de que te signifiquen, o acusen, de inclinarte por alguna de las opciones: indulto sí o indulto no (voy a correr el riesgo). El segundo riego es el de opinar sobre un asunto sobre el que ni tan siquiera ilustres juristas se ponen de acuerdo (esto sucede casi siempre, porque las leyes son interpretables en democracia).
Por eso, trataré de no hacer afirmaciones contundentes, más bien voy a plasmar mis interrogantes, mis dudas, a modo de reflexión.
Mi primera pregunta va relacionada con los sentimientos: ¿se puede razonar contra un sentimiento? ¿se pueden poner límites a un sentimiento? ¿Nos pediríamos a cualquiera de nosotros que se siente español que dejara de sentirse como tal? ¿Por qué entonces pedirle a un catalán no tenga ese sentimiento de pertenencia? Los sentimientos, como es el nacionalismo, están arraigados en un lugar de la mente donde ni las leyes ni la imposición sirven para eliminarlo.
La segunda interrogación reflexiva está relacionada con la primera: ¿cómo se puede resolver entonces el conflicto provocado por el sentimiento nacionalista catalán? Si nos atenemos a los resultados electorales recientes, se puede comprobar que ni el nacionalismo catalán ni el vasco han visto reducidos sus apoyos, más bien todo lo contrario, parece ir en aumento.
¿Qué se puede hacer entonces para resolver el conflicto independentista? ¿Seguir por el mismo camino que hasta ahora? ¿Se podría llegar por ese camino a una nueva escalada independentista todavía en mayor grado? Entonces ¿solucionarlo aplicando nuevamente el artículo 155 de la Constitución? ¿y seguidamente nuevos juicios a los incumplidores? ¿a nuevos desórdenes? ¿a más encarcelamientos? ¿a una peligrosa escalada del conflicto?
Un enorme dilema, una difícil decisión: indultar o no indultar. En el Año Internacional de la Paz y la Confianza ¿qué podemos hacer sino tomar medidas que fomenten la paz y la confianza? ¿estarán las partes en conflicto dispuesta a hacer concesiones en aras de la confianza que conduzca al diálogo y a la paz?
Javier Jiménez Olmos
28 de mayo de 2021