El gobierno español ha evacuado a otro misionero español, Manuel García Viejo, contagiado por el virus del ébola en Sierra Leona. Anteriormente lo había hecho con otro, Miguel Pajares, que desgraciadamente falleció a los pocos días de su llegada a España. Tanto religiosos y religiosas, como miembros de algunas ONG,s, que trabajan en África y otros lugares del planeta al servicio de los más débiles, sin ningún otro interés que el de al amor al prójimo, merecen todo nuestro respeto y solidaridad, por eso me parecen poco oportunas las polémicas acerca de estas evacuaciones.
Para la mayoría de los europeos África es un continente al que sólo prestan atención cuando ocurren acontecimientos que les pueden repercutir, como guerras, terrorismo, personas ahogadas en el mar tratando de alcanzar nuestras costas, o como ahora, por una enfermedad que se extiende peligrosamente.
Pero todo lo que sucede en África, como en otros lugares, es consecuencia de una situación dramática en la que viven un gran parte de sus habitantes, es la conjugación de múltiples factores que concluyen en conflictos o enfermedades, o ambas cosas a la vez. Un continente rico en recursos naturales de los que, sin embargo, su riqueza no se distribuye entre sus habitantes.
Esta vez el ébola se ha extendido por tres países principalmente: Guinea, Sierra Leona y Liberia, aunque también hay brotes en Nigeria y la República Democrática del Congo. No es una sorpresa que la desgracia caiga otra vez sobre estos países. Todo es previsible y evitable.
Guinea es un país rico en Bauxita, mineral del que se obtiene el aluminio, del que posee un tercio de las reservas mundiales que, como es una constante en África, son explotadas por compañías multinacionales. Además posee oro, hierro, diamantes y uranio. Pero el país es pobre, con un 70% de analfabetos y una esperanza de vida que no alcanza a los 56 años.
La situación de Sierra Leona es terrible, desde 1945 ha sufrido dos guerras civiles e innumerables conflictos de los llamados de baja intensidad. Tiene diamantes y eso ha desatado mucha codicia. La esperanza de vida en Sierra Leona es de menos de 46 años. Liberia, junto con Sierra Leona y Guinea, está entre los países más pobres del mundo, a pesar de de sus riquezas en hierro y caucho. Como su vecino también ha padecido guerras civiles, tres desde 1945.
En declaraciones de misioneros y miembros de ONG,s en el terreno el verdadero problema es la pobreza y la ignorancia. Una pobreza endémica consecuencia de un sistema económico proveniente del colonialismo que les expolia y les explota. Una ignorancia provocada por la falta de un sistema educativo apropiado. Por ejemplo, en Guinea hay más de un 70 % de analfabetos y tan sólo el 40% de los niños van a la escuela. En estos países los niños son mano de obra barata en todos estos países y suponen una ayuda fundamental para las labores agrícolas de las que viven muchas familias.
La sanidad es muy cara, el escaso sistema de salud pública que existe es deficiente y a veces hay que pagarlo con cantidades que superan los salarios de una familia entera. Además la ignorancia hace que acudan a curanderos, que también son más baratos, en vez de a médicos. No hay agua potable, ni luz, ni medicinas en muchas aldeas y poblaciones. Hay una escasez tremenda de médicos, ni tan siquiera uno por cada mil habitantes en Sierra Leona, mientras que en España hay cuatro.
Las consecuencias del ébola serán tremendas para las economías, de por sí ya deterioradas, de estos países. La FAO alerta sobre la seguridad alimentaria que provocará el abandono de los campos y de los animales por miedo al contagio. Según esta organización se verán afectadas las producciones de arroz, maíz, palma, cacao y caucho que son fundamentales para las economías locales. El Banco Mundial pronostica una catástrofe económica que repercutirá en toda África.
En el mejor de los casos, es decir que se contenga la expansión de la enfermedad, las consecuencias serán muy graves para la economía y para la salud. Pero hay que alertar de peligro de que de nuevo aparezcan los conflictos civiles y las guerras civiles provocados por el descontento creciente de las poblaciones de estos países. Conflictos que se extenderán por toda la región ante los cierres de fronteras y las restricciones a las exportaciones por miedo a la enfermedad.
La comunidad internacional, principalmente las grandes potencias económicas no reaccionan. No es suficiente ayudas parciales, seguramente bien intencionadas, es necesario un plan integral coordinado para sacar a estos países de la miseria.
Un panorama difícil en caso de controlar la enfermedad, mejor no pensar que puede suceder si no se logra.
Ante tanta miseria todo lo que sucede ha sido previsible y evitable.
Nota.- Para completar este texto se recomienda leer los artículos de este blog incluidos en la categoría África Subsahariana
http://jjolmos.wordpress.com/category/africa-subsahariana/
y el artículo sobre los conflictos en África de este mismo autor en
http://catedrapsyd.unizar.es/archivos/documentacion/africa_subsah_revista_aeronautica.pdf
Javier Jiménez Olmos
21 de septiembre de 2014
La realidad supera con mucho a nuestro nivel de conocimiento , lo que no nos permite atisbar una visión adecuada de esta realidad, una enfermedad que en cualquier país con unos niveles básicos de salud puede hacer frente, en estos países conlleva una profunda crisis no solo humana, sino pública …, acertado , La gran cuestión es ¿qué puede hacer la población para subvertir esta situación, educación-orgullo,,,,
Gracias Fernando, esa es la cuestión que podemos hacer. Sinceramente mucho: cambiar el actual sistema socioeconómico que permite la explotación, la expoliación y la pobreza que trae como consecuencia. Fácil de decir pero complejo de aplicar. Hay que empezar exigiendo a los dirigentes mundiales que se comprometan con una verdadera ayuda al desarrollo, y eso pasa por que se lo exijamos a los nacionales y locales. Para esto disponemos en los países con un cierto grado de democracia de algo muy importante:el voto y la reclamación continuada de la aplicación de políticas en favor de del desarrollo de los países más débiles y de los más débiles en los propios países. Muchas gracias por tu comentario.
Me encantan tus artículos, pues son suficientemente breves para atreverse a leerlos y muy concisos.
Otra cosa es el horror que encierran y la gran hipocresía del «Mundo Occidental» o sea, nosotros, nuestros países. Muy preocupados por si nos rebajan nuestro modelo social, pero totalmente ciegos (porque cerramos los ojos) ante tanto sufrimiento e injusticia, que además hemos propiciado muchas veces.
Necesitamos muchas personas como tú, que desde el conocimiento y la objetividad, nos obliguen a abrir un poco los ojos…
Luis, muchas gracias por leer y comentar mis artículos. Trato de ser lo más objetivo posible, pero a veces es difícil ante la percepción de tanta injusticia. Un abrazo
Amigo Javier, por casualidades de la vida acabo de leer tu articulo ahora, cuando por desgracia está de plena actualidad en nuestro pais . Ahora nos ha llegado a nosotros y empezamos a preocuparnos pero ¿cuantos muertos, cuanta miseria, cuantos huérfanos abandonados , cuanto sufrimiento hay , desde hace mucho tiempo, en Guinea, Liberia y Sierra Leona a causa del ébola? En esta Sociedad Occidental somos egoístas , hipócritas y despreocupados de aquello que no nos atañe de cerca. Y África esta muy lejos…. Y no nos sirve mas que para expoliarla hasta términos insospechados y además no permitir que sus habitantes vengan a buscar una vida mejor a «nuestros magníficos países del primer mundo». Como dices ,esta muy bien que haya personas y misioneros altruistas que intenten mejorar su vida, pero mientras no nos demos cuenta que es un asunto que atañe a todos los gobiernos, no habrá solución . Pero ,¿como nos vamos a dar cuenta de lo que no queremos ver? A occidente le vienen muy bien las guerras (a veces , casi siempre, las provoca o esta detrás), el analfabetismo y la miseria del continente africano, así puede controlarlo mejor. En cuanto al ébola, estamos asustados de que se extienda y es normal. Pero hace muchos años que existe y ningún gobierno se ha preocupado de buscar soluciones en los lugares de origen. Total que más da que hayan muerto 4000 personas, ¡si son negros y están tan lejos!. Ahora es diferente. El peligro esta a nuestro lado. ¡Y la culpa es de ellos que nos lo han traído o de una enfermera altruista! El caso es no asumir responsabilidades. Algo tendremos que hacer los ciudadanos en la medida de nuestras posibilidades. Gracias como siempre.
Amiga Toñi, muchas gracias por tus acertados comentarios que comparto plenamente. Un abrazo