En el artículo de este blog, IRÁN: LA NEGOCIACIÓN SOBRE EL PROGRAMA NUCLEAR, publicado el 12 de noviembre de 2013 se concluía:

Si se asegura que los iraníes no fabricarán armas nucleares y si se les apoya para recuperar su economía y, por lo tanto, que sus ciudadanos puedan gozar de un nivel de vida mejor, la paz en Oriente Medio estaría más cercana. Una paz que beneficiará no sólo a los iraníes, sino a las potencias económicas mundiales que puedan acceder a un mercado de 75 millones de personas.

Ver: https://jjolmos.wordpress.com/2013/11/12/iran-la-negociacion-sobre-el-programa-nuclear/

El programa nuclear iraní

Después de la revolución de 1979, Irán paso a ser un enemigo oficial de Occidente en general y, muy en particular, de Estados Unidos. Las reacciones incontroladas de la revolución islámica, como expresión de rechazo al apoyo norteamericano y occidental al derrocado Sha Reza Pahlevi, provocaron que el régimen teocrático iraní pasara a engrosar la lista de los enemigos de la democracia y, por ende, a ser excluido de la escena internacional como actor considerado y respetado. Han tenido que pasar más de treinta años para que iraníes, norteamericanos y occidentales retomen la senda del diálogo y la negociación que conduzca unas relaciones en la que todas las partes puedan salir beneficiadas.

Para que esto pueda suceder se han tenido que dar una serie de circunstancias sin las cuales hubiera sido muy difícil sentarse en una mesa de negociación y alcanzar pactos. Aunque todavía no hay un acuerdo definitivo, el pasado 3 de abril de 2015 se consiguieron sentar las bases para que el programa nuclear iraní se controle de tal forma que no pueda conseguir fabricar armamento atómico. A cambio, si se cumplen esas condiciones mediante la verificación de organismos internacionales acreditados, se levantarán las sanciones económicas que tanto están dañando la economía iraní.comienzan-viena-negociaciones-finales-programa-nuclear-irani_2_2178163 Esas circunstancias que han conducido a este proceso han sido: externas, internas y de liderazgo.

En la complejidad de las relaciones en Oriente Medio los conflictos son casi la normalidad. Una normalidad de guerras interminables en las que los actores externos tienen una influencia decisiva. Era difícil acercar a Estados Unidos e Irán, enemigos declarados desde 1979. Estados Unidos es el principal aliado de Israel en la región y también uno de los mayores apoyos de Arabia Saudí. Ambos, israelíes y saudíes, están enfrentados con los iraníes. Por tanto, para los norteamericanos constituía un enorme riesgo perder la confianza de aliados tan importantes con su acercamiento a Irán.

La guerra de Siria lo complicó todavía más. Irán apoyaba al régimen de Al Assad, mientras que Estados Unidos y las potencias occidentales se alineaban con los opositores. Casi a punto de iniciar bombardeos contra el ejército sirio de Al Assad, como consecuencia de un ataque con armas químicas atribuido a militares sirios (aunque no ha sido probada su autoría) contra población civil que apoyaba a las fuerzas de oposición, la diplomacia se impuso para impedir un agravamiento del conflicto. El presidente ruso Putin apareció en escena y propuso que Al Assad entregara su arsenal químico a cambio de los norteamericanos y sus aliados no atacaran a las fuerzas del régimen sirio. Los rusos, como los chinos no se oponían a una resolución de condena al régimen sirio y menos aún eran partidarios de ataques contra este.

Pero la irrupción del Estado Islámico con toda su fuerza en Siria e Irak, hace reconsiderar a norteamericanos y europeos su apoyo a las fuerzas de oposición a Al Assad. Ahora hay un enemigo común, nadie quiere a que triunfe el anunciado califato del Estado Islámico (que también incluye a Irán). Por tanto, hay que buscar aproximarse a la potencia iraní que defiende a Al Assad, su continuidad es mejor que la caída de Siria en manos del Estado Islámico. Irán es fundamental en la lucha contra el Estado Islámico.El califato de EI Esa es la primera de las circunstancias que se dan para llegar a negociar. Las potencias negociadoras, los cinco miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (China, Estados Unidos, Francia , Reino Unido y Rusia) más Alemania han considerado la importancia de un Irán estable e integrado en la comunidad internacional para conseguir resolver algunos de los conflictos que tienen lugar en Oriente Medio. El enemigo común del Estado Islámico para todas las mencionadas potencias reclama unidad de acción.

Ya no importa tanto que perdure el régimen de Al Assad, ahora hay que tener en cuenta a Irán que tiene alguna de las llaves que abren la puerta para resolver el conflicto. Puede que una de ellas sea la salida negociada del dirigente sirio y el desmantelamiento progresivo de su régimen. A cambio, todos, Irán incluido, deben poner todas sus fuerzas para acabar con el Estado Islámico, y eso pasa también por Irak, donde el actual gobierno de mayoría chii necesita el apoyo de Irán en esa lucha.

Además, nadie quiere un Irán con armamento nuclear, ya hay demasiadas armas nucleares en la región. Israel, aunque no declaradas, y Pakistán las poseen. Un Irán con armamento nuclear haría más inestable Oriente Medio y eso no le conviene tampoco a rusos y chinos, con fronteras muy cercanas y grandes intereses económicos y estratégicos y, por eso, también apoyan la negociación.

No hay que olvidar que la economía juega un gran papel. Aunque las sanciones económicas han sido desastrosas para la economía iraní, tampoco las empresas extranjeras se han podido introducir plenamente en el país. Con la negociación, el acuerdo y el final del aislamiento se abre un gran mercado de 75 millones de personas. Es otra de las grandes razones por las que se ha dialogado, la apertura de nuevos mercados para Estados Unidos y las potencias de la Unión Europea.get_imgLas circunstancias internas han sido importantes para llegar a acuerdos. La evolución de la sociedad iraní ha sido decisiva. Irán ya no es el país revolucionario de 1979, la sociedad ha evolucionado hacia posiciones mucho más realistas. Con las sanciones, las exportaciones de petróleo se redujeron a la mitad y eso ha tenido consecuencias sobre el nivel de vida de los iraníes. Hay cansancio de tanto aislamiento y percepción de no ser bien considerados a nivel mundial. Los iraníes quieren cambios sociales que les permitan un desarrollo social y económico más intenso. Por eso optaron por elecciones más moderadas como la que representa el actual presidente Rohani.

Irán sigue siendo un país como muchas carencias en cuanto a derechos humanos, tales como libertad de expresión o afiliación política. Los medios de comunicación tienen censura y también las redes sociales están controladas. A pesar de ello, hay cada vez más fuerte demanda de libertades. Los derechos de la mujer están muy por debajo del estándar occidental, sin embargo los índices de natalidad están por debajo del 1,9, algo muy en consonancia con el de las sociedades occidentales avanzadas.20141101_SRC833Todo ello es consecuencia del incremento de los niveles de educación, comparable al de los países occidentales. Actualmente cursan estudios universitarios más del 50% de jóvenes en edad de hacerlo. Otro dato significativo es la publicación de libros que supera ampliamente el de la totalidad de todos los países árabes. Los iraníes son musulmanes chiitas en su gran mayoría, pero cada vez acuden menos a las mezquitas, es una realidad que surge como reacción a imposiciones durante más de treinta años.acuerdo-iranPor último, los líderes han jugado un papel decisivo en el acercamiento Estados Unidos-Irán. No cabe duda que la actitud del presidente Obama abierto a al diálogo ha sido muy importante. ¿Qué hubiera sucedido si la Casa Blanca hubiera estado habitada por otro inquilino más proclive a las soluciones exclusivamente militares? Desde las filas más conservadoras norteamericanas siempre se ha apostado por la agenda militar. Sí no se hubiera negociado ¿cómo se hubiera detenido el programa nuclear iraní? ¿Mediante bombardeos, una nueva guerra preventiva? Del mismo modo el presidente Rohani, que hasta ahora ha demostrado una gran capacidad de adaptación a las necesidades de su pueblo, es un líder moderado en sus formas con el que no ha sido difícil entablar conversaciones. Su antecesor en el cargo, Mahmud Ahamadineyad , era de un talante menos propenso a la negociación.

En la negociación se ha conseguido, es mérito de los responsables de la misma, salvar el orgullo del pueblo iraní que, al margen de su militancia ideológica o religiosa, tiene un fuerte componente nacionalista. Hubiera sido una torpeza presentar el acuerdo como una victoria de Occidente sobre Irán porque podría desatar los viejos fantasmas de la revolución de 1979.polemica-reanudacion-negociaciones-energia-nuclear-irani_1_2225171Hasta la firma definitiva que tendrá lugar en junio de 2015, el contenido del pacto alcanzado se puede resumir en los siguientes puntos:
– Irán acepta reducir sus reservas de uranio enriquecido y se compromete a no construir más instalaciones nucleares
– El uranio enriquecido se almacenará en la central de Natanz. Todo el sobrante será diluido o trasladado al extranjero
– La infraestructura de nucleares pasarán a ser centros científicos de uso e investigación civil sometida a los controles establecidos
Estados Unidos y la Unión Europea, levantaran las sanciones económicas y financieras cuando el Organismo Internacional de Energía Atómica verifique el cumplimiento de las condiciones y plazos acordados.

Hasta junio queda tiempo para entrar en detalles de ejecución y faltan por salvar muchos escollos, entre otros, las fuertes oposiciones internas que tanto Obama como Rohani deben afrontar. Los halcones de uno y otro bando no están muy convencidos de los resultados de los acuerdos. Y también las presiones de terceros influyentes países como Israel y Arabia Saudi. Con Netanyahu al frente, los israelíes han adoptado posiciones muy contrarias al acuerdo que consideran lesivo para la existencia del Estado de Israel. Los saudíes, aunque no satisfechos con los avances, parecen más cautelosos y a la expectativa.

Será necesaria mucha diplomacia en los próximos meses para que haya un acuerdo sincero y definitivo. Lo necesitan los iraníes para poder salir del aislamiento y mejorar sus condiciones de vida. Lo necesita la región entera para poder tener un interlocutor influyente, como Irán, con ánimo positivo para crear paz y estabilidad. Y lo necesita el mundo entero para que la carrera de armamento se reduzca en una de las zonas más conflictivas del planeta.

Javier Jiménez Olmos

7 de abril de 2015

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