
Si el mundo actual es más o menos violento que el pasado es un asunto muy discutido por los especialistas. Hay datos objetivos que parecen demostrar el descenso de algunos tipos de violencia en los últimos años del siglo pasado y los veinte primeros de este siglo XXI. Sin embargo, no se debe olvidar que los conflictos violentos y las guerras siguen estando muy presentes en muchos lugares del mundo. Además, existe una acumulación de violencia en forma de carrera de armamentos, armas de destrucción masiva y armas inteligentes que pueden producir una violencia capaz de poner fin a la civilización actual.
El pasado siglo XX, muy en especial la primera mitad, ha sido de una violencia que ha causado unos 250 millones de víctimas, y en las dos guerras mundiales, que tuvieron lugar en ese periodo, se emplearon todas las armas que se pudieron utilizar, sin excepción alguna puesto que también se utilizó el arma nuclear.
¿Cómo medir si ha habido mayor o menor violencia en el pasado?
¿Cómo medir la violencia?
Es posible cuantificar la violencia directa, las víctimas, los heridos, los homicidios, etc., pero es mucho más dificultoso medir otras violencias como la estructural, la simbólica, la verbal, la sistémica o la psicológica. Para ver el alcance de la violencia no solo hay que cuantificarla mediante números de muertos o herido, como ya se ha dicho la violencia constituye un conjunto mucho más amplio de actitudes y acciones.
Desde luego, podemos comprobar, con casi toda seguridad que, en los últimos años, especialmente desde el final de la Segunda Guerra Mundial, han disminuido tanto la violencia directa como alguna de las otras violencias, en cambio han aumentado otras que se no se han visibilizado o se han almacenado.
La violencia se intensifica con el paso de los siglos, llegando a su punto culminante en la primera mitad del Siglo XX, que concluye con millones de víctimas, una gran mayoría de ellas fuera de los campos de batalla, es decir, son víctimas civiles. Se puede afirmar que la primera mitad del siglo XX es la más negra de la historia de la humanidad. Los totalitarismos fascista, nazista y comunista han sido principales responsables de la mayor parte de las masacres del pasado siglo.
Steven Pinker defiende que actualmente vivimos la época más pacífica de la humanidad
Pinker afirma que la violencia ha disminuido progresivamente desde el final de la Segunda Guerra Mundial, como se puede comprobar con las tasas de homicidios, los muertos en las guerras y el número y duración de los conflictos.
En los tiempos actuales la violencia directa, la violencia física, la violencia corporal está desautorizada y deslegitimada en la mayoría de las sociedades democráticas avanzadas. El insulto o la vejación a las minorías es considerado delito de odio. Por supuesto, la violencia contra las mujeres es perseguida en los países democráticos. También, como símbolo de progreso, la sensibilidad contra maltrato animal cada vez gana más adeptos.
Otros especialistas discuten la teoría de Pinker, entre ellos Sinisa Malesevic,
que aduce los siguientes argumentos para rebatirla:
1º) La hipótesis de Pinker se basa en un estudio realizado en un corto periodo de tiempo, los últimos 50 años, lo que no evidencia que la tendencia definitiva sea hacia un mundo con menos violencia. Para ello, recuerda Malesevic, que la PAX Romana duró 200 años (27 aC-192dC) y que en Japón hubo una paz de 250 años (1603-1896), fueron seguidos de unas terribles guerras de larga duración.
2º) Para el estudio de la violencia no solamente hay que tener en cuenta las víctimas mortales consecuencia de las batallas, hay otro tipo de violencia, que también producen millones de víctimas no combatientes, consecuencias de las guerras y también de las estructuras sociales. Además, hay que tener en cuenta que hay otras víctimas de violencias de posguerra o víctimas de los embargos (en la década de los noventa, después de la Primera Guerra del Golfo, los norteamericano y británicos continuaron bombardeando Irak, además de someter a ese país a un durísimo embargo, todo lo cual causó falta de hospitales, medicinas, agua potable y electricidad; se calcula que todo ello provocó la muerte de 110.000 personas)
3º) Un aspecto muy importante de la violencia es que no se puede separar del poder que es dueño de la represión, de un modo absoluto en los Estados modernos. Es también discutible que esta represión haya disminuido a la vista de los informes de organizaciones no gubernamentales como Human Right Watch o Amnistía Internacional. Es evidente que incluso algunos Estados avanzados se dotan de aparatos represivos con escasa trasparencia democrática. A veces empelan esta represión dentro de sus propias fronteras es el caso de China, Rusia y el propio Estados Unidos, como se demuestra con la discriminación racial que sufre las minorías hispana y afroamericana. Y sin duda, la represión violenta de estos Estados también se realiza, con mayor virulencia si cabe, en operaciones exteriores (La extinta Unión Soviética primero y Estados Unidos después en Afganistán, Francia en Argelia durante su dominio colonial anterior a la independencia de ese país; o Estados Unidos en Irak desde su invasión en el año 2003)
El hecho de que haya menos víctimas en las guerras recientes es consecuencia de que los Estados modernos disponen de organizaciones militares con una mayor capacidad organizativa e ideológica para conseguir sus objetivos militares sin tener que recurrir a grandes movilizaciones de tropas. La sofisticación tecnológica de los armamentos actuales, que les hace ser más precisos y con mayor capacidad destructiva contribuye a disminuir las bajas propias y las del enemigo.
Pensemos que hoy en día no son necesarios grandes bombardeos masivos al estilo de los llevados a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea o la de Vietnam. En la guerra de Irak o la de más reciente de Libia se usaron bombas llamadas “inteligentes” dirigidas a objetivos muy concretos con el fin de minimizar el número de víctimas colaterales. A pesar de ello, los bombardeos causaron miles de víctimas y la destrucción de infraestructuras críticas como centrales eléctricas, potabilizadoras de agua y hospitales, que a la postre causarían más víctimas por la carencia de esos servicios imprescindibles.
Otro aspecto a tener en cuenta es la gran cantidad de armamento, cada vez más abundante, del que dispones ya no las grandes potencias sino las que son consideradas medias o incluso bajas. Todo ello sin olvidar el almacenamiento de las armas de destrucción masiva, como las nucleares. Algunos Estados, los más poderosos o los que aspiran a serlo, disponen cada vez más de organizaciones que se dedican a incrementar la violencia.
Por tanto, se puede deducir que la violencia se transforma en vez de desaparecer, esa transformación puede ser percibida como una disminución, aunque como ya se ha argumentado también hay que tener en cuenta la capacidad para para “fabricar” y “almacenar” más violencia en forma de carrera de armamentos o de violencia estructural como el aumento constante de la desigualdad en el mundo.
Nota.- El presente artículo se hace exclusivamente con fines divulgativos. Para que aquellas personas interesadas en la violencia puedan reflexionar al respecto y ampliar su conocimientos sobre la materia, recomiendo la lectura de dos libros recientes con diferentes puntos de vista sobre el fenómeno de la violencia.
El auge de la brutalidad organizada. Una sociología histórica de la violencia (Sinisa Malesevic, editorial PUV Universitat de Valencia,2020)
Los ángeles que llevamos dentro. El declive de la violencia y sus implicaciones (Steven Pinker, editorial Paidos, 2011)
Ver también en este blog: https://jjolmos.com/5-tipos-de-violencia-el-germen-de-la-violencia-fisica/
Javier Jiménez Olmos
9 de mayo de 2021
Se ha borrado!!!!
Volver a empezar???
Recuerdo que somos carnívoros!!! la naturaleza nos empuja a matar para comer!!! Matar se ha hecho una necesidad, incluso se presume de la caza, de la pesca, se lucen las armas: fusiles cañas de pescar…Algunos cuelgan los cadáveres o sus pieles hasta se visten con las pieles de llas pobres víctimas, hasta hacen fiesta cuando matan al pobre cerdito o al pobre corderito o a las pobres gallinitas…Ser carnívoros…¡Qué fallo de la creación!!!!
¡¡Cuidado con los excesos de intimidad. ¿Otro fallo de la creación?
Voy a permitirme recomendar un libro que me parece excelente para ir hacia la concordia: «El capital del siglo XX» de Thomas Piketty
Expone de forma clara objetiva, científica, metemática las absurdas diferencias abismales entre unos billonarios y otros clase media y hasta miseria. Expone la forma de corregir y llegar de forma posible muy posible a la concordia.
Que pasa el mundo no. se da cuenta de lo que está pasando que si no hay unión entre la población los supuestos referentes o aquellos que les dimos el poder están resolviendo muy mal las situación en el mundo se tendría que una votación global ya que la comunicación es más fácil en estos tiempos y esperarnos con lo que quieren la paz o la guerra con lo que se gasta en las guerras no pasaría necesidad la población mundial