
El ciclo de conferencias que se realizan anualmente en el Seminario de Investigación para la Paz de Zaragoza, se dedica este curso a América Latina un nuevo escenario. La última sesión se dedicó a la Volatilidad del escenario político, una ilustrativa e interesante sesión por las magníficas exposiciones de las profesoras Esther del Campo García y Cecilia Güemes.
Aunque el ciclo está dedicado a Latinoamérica, no se puede evitar encontrar ciertos paralelismos sobre las crisis de la democracia y la erosión de la confianza, que fueron respectivamente a lo que dedicaron las mencionadas profesoras sendas conferencias, con lo que sucede en otras partes del mundo y, por supuesto, en España.
La democracia liberal está siendo cuestionada desde las partes más radicales de espectro político, desde populismos antisistema hasta reaccionarios, desde posiciones revolucionarias a ultraconservadoras. La democracia por su propia concepción lleva implícita la capacidad de crítica y transformación, permite incluso la participación de aquellos que no creen en el sistema.
La democracia es el sistema político que gestiona el conflicto a través de los métodos pacíficos del diálogo y el acuerdo; a diferencia de las dictaduras y los totalitarismos, permite el debate y la evolución de las reglas de juego sin imposiciones y con el consentimiento de la ciudadanía.
La igualdad ante la ley de todas las personas debe ser norma prioritaria en democracia. Cuando esto se vulnera, se pierde la confianza en las instituciones que representan a las personas que habitan en un determinado país.
Precisamente, la profesora Güemes trató en su conferencia de la restitución de la confianza. En este artículo me he permitido hacer un resumen de lo que expuso, porque me parece muy importante en el momento actual de crisis de confianza sobre la Institución monárquica en España.
La confianza en las instituciones es consecuencia, entre otros factores, del:
- Producto (que sea bueno, es decir, que lo que proporcionen contribuya al bienestar de las personas, a su libertad a su dignidad, a la justicia social)
- Procedimiento (que sea claro y justo, lo que equivale a total transparencia, a la igualdad ante la ley, a la igualdad de oportunidades)
¿Cómo se puede recuperar la confianza en las instituciones cuando se ha perdido?
- Investigando para averiguar los errores que se han cometido
- Pidiendo perdón, por esos errores
- Penalizando las responsabilidades,
- Restituyendo el daño
- Efectuando reformas para corregir deficiencias
¿Cómo crear confianza en las instituciones?
- Con un gobierno abierto y absoluta transparencia
- Con la participación ciudadana
Cuando se pierde la confianza en las instituciones se crean las condiciones para la aparición de movimientos salvadores o revolucionarios que, desgraciadamente, no siempre son pacíficos y democráticos.
En el Año Internacional de la Paz y la Confianza es necesario que se adopten medidas para acabar con los abusos de poder que tanto deterioran la confianza en las Instituciones.
Javier Jiménez Olmos
28 de febrero de 2021
Reflexiones personales evidentemente subjetivas:
La Institución monárquica implica una dictadura al imponer al Jefe del Estado.
Las democracias, para que lo sean, han de establecerse en pueblos informados.
La formación de los pueblos: “seres humanos que (NO) nacen libres e iguales“ como idealiza la DUDH, es una obligación de quienes aspiran a una “participación” en el liderazgo
El grupo (¿partido?) capaz de “Búsqueda de la verdad y no de lucha de intereses” ha de excluir a los aspirantes cuya personalidad, de un “electromagnetismo almacenado” (futuros dictadores) se imponga a los más débiles.
Ese grupo (¿partido?) ha de excluir todo dogmatismo del tipo que fuera. ¿”Crear confianza?” ¡NO! ¡¡Crear lucidez!!
——Heisenberg sobre Einstein: “Einstein tuvo el extraordinario valor de poner en duda todas las suposiciones y también poseyó el vigor intelectual de considerar el modo de llegar con hipótesis nuevas a una ordenación lógica de los mismos fenómenos…la inercia de la energía