
Al comienzo del 2022, se observa con preocupación el crecimiento de la tensión entre las grandes potencias, Estados Unidos, China y Rusia. Una escalada verbal y militar que nos recuerda los tiempos más oscuros de la Guerra Fría entre soviéticos y norteamericanos, ahora ampliada al gran actor global chino. Un comienzo de año 2022 inquietante en lo que a seguridad internacional concierne. Si a esta tirantez entre los líderes estadounidenses, chinos y rusos se añade la enorme crisis sanitaria y económica mundial debida a la pandemia del covid, y la creciente polarización política provocada por el resurgimiento de movimientos reaccionarios, se obtiene un cóctel perfecto para el desarrollo de conflictos.
La gestión de la pandemia del covid 19 a nivel global no se está realizando del modo más eficaz. Mientras que en el Occidente liberal –o capitalista- se ha optado por primar los derechos individuales y una estrategia cortoplacista económica, grandes partes del mundo, África muy en especial, han quedado fuera de los planes contra la pandemia, ese continente queda al margen de la vacunación y de cualquier sistema sanitario capaz de controlar la pandemia. Los orientales, con China a la cabeza, han optado por un modelo diferente al occidental, es decir, se ha priorizado la salud comunitaria sobre el individualismo liberal. El tiempo nos dirá si alguno de estos modelos ha dado resultado.
El segundo gran desafío mencionado es el del crecimiento de los movimientos reaccionarios que usan como uno de sus principales argumentos el recurso al nacionalismo más excluyente para resolver los problemas sociales y económicos. En la Europa democrática y Estados Unidos el avance de estos movimientos de corte extremista es evidente. Las democracias tradicionales occidentales consolidas se ven afectadas por los discursos agresivos de líderes aupados por las decisiones populares a través de las urnas, lo que no deja de ser una tremenda paradoja. Pero estos liderazgos nacionalistas reaccionarios no son exclusivos de Occidente. En China y Rusia también ejercen ese nacionalismo sus actuales líderes, aunque en el caso chino por decisión del partido único y en el ruso por elección puesta en duda por algunos organismos internacionales acreditados.
No faltará a la cita de los mencionados desafíos globales el cambio climático, que seguro provocará desastres naturales y escasez de recursos hídricos y alimentarios, con la consiguiente aparición de grandes migraciones y conflictos. No se trata de exponer un paisaje apocalíptico para este entrante 2022; cuando se piensa en seguridad, y sobre todo en seguridad humana, hay que estudiar todas las opciones, pero hay que prestar atención especial a la peor de ellas con el objetivo de tomar las medidas preventivas necesarias para que no pueda ocurrir.
Hecha esta introducción general del panorama mundial, quiero centrarme en la primera preocupación mencionada, es decir, el constante aumento de la rivalidad entre las grandes potencias estadounidense, rusa y china, que se traslada a dos escenarios principales, en el corazón de Europa y en la región del Mar de China. Las últimas semanas están plagadas de declaraciones agresivas y movimientos militares por parte de rusos y norteamericanos principalmente. En cuanto al segundo escenario, el asiático, tampoco faltan los desafíos de una y otra parte.
Esta constante tensión es muy a considerar desde el punto de vista de la paz y seguridad internacional. Conviene recordar que estamos ante las tres potencias militares mayores del mundo, con un arsenal atómico que de activarse en una guerra llevaría al mundo a una catástrofe definitiva para acabar con la civilización humana tal y como la vivimos ahora. No se trata de alarmar, sino de prevenir. De alertar y rechazar esas políticas agresivas y militaristas que nos puedan conducir a una guerra.
Pensamos, con buena intención, que esa guerra nunca podrá llegar, pero la Historia nos demuestra que hay líderes que propusieron esas políticas militaristas y fueron capaces de convencer a sus pueblos para llevarlos a la guerra. Una guerra donde ganaron unos pocos y perdieron la mayoría. Unas guerras en nombre de nacionalismos e ideologías que solo sirvieron para provocar millones de muertos.
Los ciudadanos libres no podemos dejarnos embaucar por los mensajes que incitan al desprecio y al odio al que los promotores de la discordia nos intentan conducir, simplemente por satisfacer sus intereses o su paranoia ideológica o personal, o todo a la vez. Hay que analizar sus discursos, su propaganda, hay que actuar con frialdad y racionalidad ante los argumentos sectarios, excluyentes y dogmáticos. Democráticamente rebelarnos contra esos líderes aguerridos que arengan a la confrontación.
La guerra tiene unos preámbulos, que también hay que recordar, y que ahora se pueden comprobar: crisis económica agudizada por una pandemia global, competencia por recursos naturales, grandes desigualdades sociales, desconfianza en las instituciones, líderes populistas, incremento de los nacionalismos y de las actitudes xenófobas y racistas…y a todo ello añadir un incremento de los gastos militares y la carrera de armamentos.
¡Atención a este año 2022! ¿Está la paz internacional en riesgo por un conflicto entre las grandes potencias? Como dije al principio se trata de alertar y prevenir para que nunca pueda ocurrir lo peor. Por eso, desde la convicción de que la cultura de paz es el mejor antídoto contra la guerra me atrevo a repetir una vez más que contra el lema realista conservador de que “si quieres la paz prepárate para la guerra”, propongo este otro:
“Si quieres la paz, edúcate, educa, y trabaja para la paz”
Nota.- En el siguiente enlace podrán leer diversos artículos sobre los gastos militares y la rivalidad entre las grandes potencias
https://jjolmos.com/gastos-militares/
Javier Jiménez Olmos
18 de enero de 2022
GRACIAS!!!
Comentario: Federico Mayor Zaragoza; comienza o intercala en sus charlas el comienzo de la carta de 1945 «Nosotros los pueblos, hemos decidido evitar a las generaciones venideras el horror de la guerra». y añade F.M.Z. Hoy más que nunca es importante recordar que es a la humanidad en su conjunto a quien se debe tener en cuenta, por encima de los gobiernos…el pueblo…..
==>Me he propuesto , con ocasión o sin ella, gritar GUANTÄNAMO es un penal inhumano que lleva abierto 20 años sin escatimar torturas, vejaciones….
Voy a tratar de resumir lo que se percibe leyendo los medios de ambos bandos.
En este momento hay dos frentes muy calientes: Ucrania y Formosa-Mar de China. En Ucrania la cuestión lleva 8 años abierta –desde el golpe de Estado contra Yanukovitch que financiamos, originamos y llevamos a cabo nosotros. La evidencia de mercenarios Anglo está hasta en las redes sociales y todavía en You Tube ( https://www.youtube.com/watch?v=Y1ytEDiadSg) . Desde Kiev a Odessa y a Mariupol.
Hoy seguimos con una situación de bombardeos muy frecuentes desde fuerzas de Ucrania a milicianos y población civil del Donetsk que dura ya años sin progreso en los acuerdos de Minsk. Es un foco de violencia que funciona a favor de los EEUU simplemente porque hace daño a Rusia a quien tratamos como enemigo.
En el Mar de China da la impresión de una guerra psicológica sobre la Isla orientada a convencer a la población de Formosa de que mejor se van «haciendo a la idea de volver a casa». En muy poco tiempo más la igualdad de recursos militares Chinos vs EEUU será una realidad y el tiempo juega contra los EEUU.
En paralelo, sorprendentemente para mi, los EEUU en los últimos 40 años ha «perdido» gran parte de la América Hispana. Lo ha hecho a favor de la Izquierda Neo-Marxista-Populista. Desde el Bolivarianismo, al Kirchnerismo y ya veremos México cómo se desenvuelve con Obrador, claramente bolivariano pero necesariamente prudente, y Brasil si regresa Lula tras su condena por lo de Odebrecht y otros.
Esta es para mi una gran incógnita porque USA se encuentra con enemigos bastante peores que Rusia y China en sus propias fronteras, en su hinterland y dentro de la propia casa en una batalla que perderá simplemente con el paso del tiempo y la demografía. Pero parece que no les ha importado porque han dado mucho más peso a MacKinder y a la masa terrestre Euroasiática. Vieja obsesión de los estrategas Anglo.
Aquí llegamos nosotros, la UE, que llevamos 85 años en régimen de protectorado en nuestro papel de, decía Brzezinsky, «Estados Vasallos». Estamos en acelerado declive económico y tecnológico (ver último informe de la OMPI –ONU– que estremece a cualquiera con un poco de memoria) en un proceso de pauperización bien conocido por lo más granado de los economistas de Izquierdas y de Derechas.
Y sobre nosotros reinan los EEUU y sus grupos de interés en clara decadencia y pauperización –también tecnológica–.
Lo que es peor, según el Suntzu, también hemos perdido lo más importante en cualquier guerra: La razón moral, el Tao.
Más o menos esta es la coyuntura.
Por el otro lado tenemos a dos actores, Rusia y China que los EEUU han acercado vaya usted a saber por qué. Para explicarlo hay muchas razones malas pero ninguna buena.
Dandole vueltas a esta situación da la impresión de que podrían no ser errores, como dicen algunos expertos, sino diseños para evitar un acercamiento con Rusia que no lo olvidemos es el Mayor país de Europa. Rusia solo tiene 145 millones de habitantes con una esperanza de vida 10 o 12 años inferior a la nuestra y pobres en general. La unión o el acercamiento de Europa Occidental y Rusia solo puede ser beneficiosa para el conjunto. Pero los EEUU llevan años moviendo bien sus cartas para que esto no suceda. Política explícita de Brzezinsky.
Por lo tanto y en este momento es posible que el enfrentamiento Europa-Rusia sea el principal objetivo geoestratégico de los EEUU y de China porque les permite seguir compitiendo solos y alargando el status-quo actual que es el que dio esperanzas globales al imperio USA y un impresionante renacimiento económico y de todo tipo a China.
Los perjudicados claros somos nosotros: Europa y Rusia y, de momento, Gran Bretaña siempre retorcida pero inteligente se ha dado cuenta y decidió largarse.
Este escenario me parece al menos plausible y coherente.
Un saludo y gracias por el artículo.
Qué claro lo tenías Javier. Ahora con la invasión rusa de Ucrania nos estamos dando cuenta.