¡Qué poco ha cambiado! La Segunda Guerra Mundial acabó con el asesinato masivo de millares de personas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Como todo se justifica, hasta la mayor de las perversiones, los autores de tan criminal atentado contra la humanidad lo hicieron argumentando la necesidad de acortar una guerra que, caso de proseguir, costaría de más muertos que los causados por las bombas atómicas en esas dos ciudades japonesas. Y convencieron, sobre todo porque los vencedores siempre tienen razón, porque los vencidos siempre son culpables; porque los vencedores son siempre las víctimas; y los vencidos son los criminales, los terroristas y los causantes de todos los males.
Y es que el poder siempre tiene la razón, y sus bombardeos son selectivos, necesarios, terapeúticos, democráticos.
Los bombardeos sobre población civil han sido una constante en los conflictos y las guerras, desde las catapultas que lanzaban material incendiario, pasando por la artillería pesada, hasta los sofisticados misiles y aviones no tripulados. Pero siempre el mayor número de víctimas han sido indefensos civiles, aunque también siempre se les ha acusado de terroristas, cómplices, colaboradores o de “escudos humanos”.
La Segunda Guerra Mundial no sirvió de vacuna, los millones de muertos por bombardeos justificados por ambos bandos fueron olvidados. Los perdedores fueron juzgados por sus crímenes, pero nadie juzgó a los vencedores. Se olvidaron las masacres que soviéticos y aliados cometieron bombardeando y destruyendo ciudades enteras como Colonia, Dresde, Hamburgo, entre otras, donde murieron millares de inocentes.
Los herederos de los bombardeos “democráticos”, los aliados de los que bombardearon Vietnam e Irak, se sienten obligados a extender la democracia, a acabar con los “terroristas”, en el caso de Gaza miles de niños palestinos. Y lo justifican como siempre lo han hecho: en defensa de la libertad y la legítima defensa.
Los bombardeos sobre Gaza, como en otros lugares, seguirán asesinando a miles de inocentes. El gobierno israelí siempre encontrará una excusa para atacar. Como sus aliados incondicionales en Vietnam o Irak. Ninguno de los responsables de las matanzas se ha sentado ante un tribunal contra crímenes de guerra, ninguno lo ha hecho a pesar de las los millares de víctimas inocentes de bombardeos indiscriminados e invasiones ilegales.
El gobierno israelí continuará ordenando bombardear Gaza, y lo hace porque saben que los crímenes de guerra gozarán de impunidad mientras detenten el poder y sean los vencedores.
Javier Jiménez Olmos
26 de julio de 2014
Queda patente la rabia y la imppotencia que te han llevado a escribir este artículo. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que la democracia y la legítima defensa son conceptos pervertidos en manos de asesinos abanderados de la democracia y de la paz.. Son conceptos que han ocupado el nombre de Dios de las guerras de antaño, pero la contradicción implícita en tales justificaciones es innegable, tanto antes como ahora. Por desgracia, querido Javier, y no quiero ser pesimista, creo que en este caso estamos ante una constante en la historia bélica que difícilmente podrá truncarse. A los civiles no les queda otra que escapar. Lo horrorífico es que a los civiles de Gaza no se les ha dado ni siquiera la posibilidad de huir… Otro fallo garrafal de la comunidad internacional, que para concertar una tregua humanitaria se las ha visto y deseado… En estos momento, ante tanta vileza de quienes han sido exterminados a lo largo de la historia y ahora se han convertido en los mayores verdugos del planeta, me pregunto qué sentido tiene asociarse en organizaciones para la salvaguarda de la paz si luego están privadas de medios, recursos y prerrogativas para evitar la muerte de ya más de 1.000 civiles así, sin ton ni son.
Darío, hay que seguir sin desanimo defendiendo lo que se considera una causa justa. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo
Que bonito, es una suerte que puedas decir que hay que seguir sin desánimo, es de agradecer en muchas ocasiones y que sigas en ello pero después de lo que has expuesto, y con lo que el pueblo palestino lleva vivido, cómo no caerse del todo, de verdad pienso que lo que plantea Darío no es nada descabellado, yo también estoy ha favor de la paz, pero y la impotencia, no conseguir nada, ni cuando mataron a los turcos, ten las espaldas cubiertas con mucho poder, y dónde queda lo humano, que pena. Mucha salud física y mental con aprecio. Rosa
Rosa,muchas gracias por tu comentario. Hoy prosiguen los bombardeos y la muerte de inocentes. La verdad es que ante tanta injusticia es difícil callarse.