INTRODUCCIÓN. IRÁN VUELVE A LA ESCENA INTERNACIONAL

La liberación de diez marinos norteamericanos por parte de Irán, el 10 de enero de 2016, fue el preludio de la implementación de los acuerdos sobre el programa nuclear, alcanzados durante el 2015 por Irán y el llamado Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y  Alemania). Una puesta en escena muy bien diseñada para demostrar al mundo que Irán y Estados Unidos podían resolver sus contenciosos de una manera pacífica e inmediata. Pocos días después, se realizaba un intercambio de prisioneros entre ambas naciones. Era la señal de que al día siguiente se levantarían las sanciones.

Los principales artífices del acuerdo sobre la limitación del programa nuclear iraní, el Secretario de Estado norteamericano John Kerry y el Ministro de Asuntos Exteriores iraní Mohammad Javad Zarif podían sentirse orgullosos de que las relaciones entre ambos países y, por ende, la de Irán con todo Occidente, comenzara a volver a la normalidad. Irán dejaba de ser un enemigo el llamado “día de la implementación del acuerdo sobre el programa nuclear”.firma acuerdo kerry zarif

Irán fue durante el periodo del gobierno del Sha Reza Pahlevi un baluarte contra la expansión soviética en tiempos de la guerra fría. No importaba que fuera un dictador implacable, sobre todos contra aquellos que se atrevían a militar en partidos relacionados con la izquierda próxima a Moscú, era un “amigo” al que se le proporcionaba armas para ser una potencia en la región y para amedrentar a sus propios compatriotas disidentes.

Pero con la revolución de 1979, que significó la llegada al poder del ayatola Jomeini y toda la parafernalia fundamentalista, los norteamericanos y los occidentales pasaron a ser objetivo de las iras del nuevo régimen, se acabo la amistad, máxime cuando el petróleo pasó a ser gestionado por la fiel Guardia Revolucionaria, cuando los dirigentes jomeinistas manifestaron su intención de acabar con el Estado de Israel y cuando los más exaltados seguidores de la revolución asaltaron la embajada norteamericana y secuestraron a sus funcionarios[1].

LAS SANCIONES CONTRA IRÁN

Las primeras sanciones contra el régimen de teocrático de los ayatolas se producen como consecuencia de la toma de la embajada de Estados Unidos en Teherán en 1979. Las más recientes, y que mayor impacto han causado en la economía iraní, han sido debidas al  desarrollo del programa nuclear, por el temor de que este condujera a la fabricación de armamento atómico. Estas sanciones, que se han tomado a partir del año 2006, con el beneplácito de Naciones Unidas, han producido limitaciones en el comercio, las transacciones financieras y la compra de material militar por parte del régimen iraní.

La Unión Europea, también ha sancionado a Irán en materia financiera y de seguros, en la compra de petróleo y gas, en la venta de tecnología, en el comercio de minerales preciosos como oro y diamantes, y en el acceso a aeropuertos.

La implementación del acuerdo sobre el programa nuclear[2] va a significar el levantamiento de todas esas sanciones, aunque Estados Unidos no va a hacerlo con aquellas previas al programa nuclear. El gobierno iraní se ha comprometido a reducir el número de centrifugadoras para enriquecer el uranio necesario destinado a fabricar bombas nucleares, a reducir el uranio enriquecido almacenado y a desmantelar el reactor de agua pesada de Arak. Según los inspectores de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) los iraníes están cumpliendo lo acordado, por lo tanto, ha comenzado el levantamiento de las sanciones según lo acordado el pasado verano de 2015.

IMPACTO ECONÓMICO DEL LEVANTAMIENTO DE LAS SANCIONES A IRÁN

Irán se encuentra en una delicada situación económica, lo que sin duda ha contribuido a ablandar la dureza tradicional contra Occidente de los dirigentes iraníes después de la revolución de 1979. La firma del acuerdo para limitar su programa nuclear va a significar reintegrase a la política y la economía mundial.

A partir del 16 de enero de este 2016, Irán podrá vender su petróleo sin restricciones, volver al sistema financiero mundial y recuperar los fondos congelados por valor de 100 mil millones de euros. Estados Unidos está comprometido a devolver más de 1.500 millones de dólares de los fondos del Sha destinado a la venta de armamento, que fueron congelados tras la revolución jomeinista.

Irán necesita vender petróleo como base fundamental para recuperar sus ingresos. En el año 2012 vendía 2,5 millones de barriles de crudo diarios, mientras que actualmente solo tan solo vende un millón. Para cubrir sus presupuestos necesita llegar hasta 4 millones pero, para ello, precisa tecnología que debe adquirir principalmente en el mercado occidental. No le faltarán problemas, a pesar de su vuelta a los mercados, si el precio del barril continúa a la baja provocada por su gran rival económico, político e ideológico en la región, Arabia Saudí.petroleo

El fin del embargo y la reintegración al sistema económico mundial ha despertado el interés de de estados y compañías privadas. En los últimos tiempos más de cien grandes empresas privadas y unos cincuenta países han visitado Teherán en busca de negocio. Las grandes multinacionales petroleras como la francesa Total y la anglo-holandesa Shell van a negociar con la Compañía Nacional de Petróleo Iraní controlada por las élites de la Guardia Republicana. La Compañía Nacional de Petroleros, también en manos de esas élites, volverá a los mercados europeos. Esta compañía es la responsable, además, de la distribución de productos en los puertos iraníes y posee la mayor flota de petroleros de Oriente Medio.

España también está atenta a lo que pueda suceder para participar de esta oportunidad que brinda el levantamiento de las sanciones a Irán. El Ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo ha declarado que Irán planea construir una refinería Algeciras, lo supondría una activación económica y una importante creación de empleo en esta comarca andaluza donde el paro roza el 40%.

OPOSICIÓN AL ACUERDO NUCLEAR: LA INTERIOR, ISRAEL Y ARABIA SAUDÍ

No todo el mundo es feliz con el  acuerdo sobre el programa nuclear y el levantamiento de sanciones. La rama más radical del régimen teocrático acusa al gobierno del primer ministro Rohani de haber hecho demasiadas concesiones con el acuerdo, posiblemente estén temerosos de perder el poder que hasta ahora tienen y los privilegios que le dan tener el control de los recursos naturales del país. Explotan el sentimiento antioccidental, que ellos mismos han contribuido a fomentar.

Israel es otro de los grandes descontentos con el levantamiento de las sanciones. Le preocupa la influencia política que Irán puede desarrollar tras la implementación del acuerdo sobre el programa nuclear, teme que el aumento de su poder económico, como consecuencia del levantamiento de las sanciones, le lleve a incrementar más su ya importante poder militar. Convienen recordar que Irán siempre ha sido muy hostil con el Estado de Israel y que este, a su vez, lo considera uno de sus peores enemigos.mapa

Pero  el más afectado en todos los órdenes -político, económico, ideológico, militar y económico- es Arabia Saudí, su gran rival[3]. Arabia Saudí es el principal país musulmán aliado de los Estados Unidos y el segundo en la región después de Israel. Ahora teme que el acercamiento de Estados Unidos y la Unión Europea debiliten esa privilegiada posición a favor de Irán.

El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz[4], desde su toma de posesión se ha mostrado duro con el régimen chií de Teherán. Aunque no hay enfrentamiento directo si los hay indirectos, a modo de guerra fría[5], en Siria y Yemen donde apoya al bando contrario que lo hace Irán. En efecto, en Siria es el principal soporte de al Asad y en Yemen apoya a los rebeldes Houtis chiíes[6].

Salman no ha dudado en mostrar su poder contra los chiíes ejecutando recientemente a un clérigo chií junto con otros 46 disidentes, acusándolos de terrorismo[7]. Ha creado una fuerza militar árabe para luchar en Yemen contra los Houthis, a los que apoya Irán, y ha formado una gran coalición de países musulmanes contra el terrorismo. Irán teme que estas fuerzas militares son un pretexto para amenazarle.

No obstante, Irán y Arabia Saudí tienen un enemigo en común: Daesh (el Estado Islámico). Sin embargo, ambos tienen una visión diferente del problema: Arabia Saudí cree que Daesh es una reacción contra el régimen de Al Asad protegido por Irán, mientras que Irán piensa que Daesh es un producto del fundamentalismo wahabista saudí.

EL POTENCIAL MILITAR IRANÍ

Irán es una potencia militar en Oriente Medio. No es tarea fácil encontrar datos oficiales sobre sus gastos militares, la composición de sus fuerzas armadas, el número de efectivos y sus capacidades logísticas y operativas. Propio de una dictadura, la transparencia en esta y otras materias es escasa. Durante los últimos años, como consecuencia del programa nuclear, ha estado sometido a un riguroso control de compra de material de guerra e incluso de doble uso.

Se estima que el número de efectivos militares es superior al medio millón, además de los más de cien mil que constituyen la poderosa Guardia Republicana. Posee unos tres mil carros de combate y más de ochocientos aviones militares. Su marina dispone de unos 250 buques de guerra de distintas modalidades y 14 submarinos. Además cuenta con sistemas de misiles tierra-aire de medio alcance y misiles tácticos tierra-tierra.Armamento-iraní

A pesar del embargo, Irán ha proporcionado armamento a Iraq, armas ligeras, cohetes y lanzaderas y 7 aviones de segunda mano de fabricación rusa, tipo SU-25. Las propias autoridades iraníes han confirmado que desde noviembre de 2014 han abastecido al gobierno de Al Asad y a Hezbollá con diverso armamento. Pero su capacidad de compra de material militar se ha reducido considerablemente debido al embargo.

Los últimos datos contrastados que se disponen sobre sus gastos militares datan de 2012. Según el SIPRI (Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo), ese año Irán tuvo un gasto  militar de 11.453 millones de dólares. Hay que tener en cuenta que según esa misma fuente, en el 2014, Israel gastó 15.906 millones de dólares y Arabia Saudí 80.762 (el cuarto mayor gasto mundial, por detrás de Estados Unidos, China y Rusia). El Instituto francés IRIS en su L´Armée Stratégique 2015 estima que el gasto militar iraní en 2014 fue de 17.700 millones de dólares, lo que supuso el 4,13% de su PIB y una reducción del 14% con respecto al año anterior.

Es de esperar que con el levantamiento del embargo y la liberación de los fondos para la compra de armamento congelados desde 1979 pueda adquirir armamento y tecnología militar próximamente. Vendedores no les van a faltar, entre otros los norteamericanos que a buen seguro van a recuperar el contante de esos fondos congelados vendiendo el armamento que por contrato iban destinados a compras militares. Rusia no ha perdido el tiempo, con el levantamiento Putin ha ordenado la reanudación de de un programa de provisión de misiles antiaéreos por un valor de 800 millones de dólares.

LOS DERECHOS HUMANOS EN IRÁN

El levantamiento de las sanciones por el cumplimiento por parte iraní de lo acordado sobre el programa nuclear no puede hacer olvidar que Irán es todavía un país donde no se respetan los derechos humanos. Informes de organizaciones como Amnistía Internacional y Human Right Watch así lo acreditan.

Amnistía internacional lo expresa en su informe anual de 2015: las autoridades restringen la libertad de expresión, asociación y reunión, arrestan sin las suficientes garantías procesales a disidentes, activista, defensores de los derechos de la mujer y periodistas; se practica la tortura con total impunidad; hay un elevado número de ejecuciones; y todavía hay sentencias de amputaciones y lapidaciones.stop execution in iran

Human Right en el informe de 2015 dice que no hay mejoras significativas durante el primer año de la presidencia de Rohani. Señala el informe que elementos represivos dentro las fuerzas de seguridad, la inteligencia del estado y el sistema judicial continúan perpetrando abusos contra los derechos de los ciudadanos. Según este informe, hay ejecuciones, especialmente relacionadas con tráfico de drogas. Además las fuerzas de seguridad e inteligencia detienen a periodistas blogueros, periodistas y disidentes políticos.

CONCLUSIONES

Irán vuelve a la escena internacional, y eso es una buena noticia. Abre caminos para la resolución de conflictos como el de Siria y Yemen, para suavizar las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea, y proporciona la esperanza de que la dictadura teocrática iraní dé pasos hacia un sistema democrático que permita un mayor bienestar y libertad para sus ciudadanos.

Pero esa esperanza de bienestar y libertad para sus ciudadanos puede quedar truncada si esta nueva etapa de relaciones sólo tiene como finalidad el establecimiento de negocios lucrativos. Unos negocios que servirán para enriquecer a poderosas industrias transnacionales y a las élites iraníes. ¿Qué llegará a las sufridas gentes de Irán?

Los iraníes son víctimas de de dictadores, primero el Sha, luego los ayatolas, estos últimos en nombre de de Dios. Por eso desde Occidente, las sociedades democráticas deben exigir la transformación del sistema iraní, de modo que esta apertura económica no se traduzca en una justificación para que los dirigentes actuales, con su ideología regresiva, se perpetúen en el poder. No es aceptable que un posible crecimiento económico sirva de argumento a esos dirigentes para preservar su status y sus leyes represivas.

Occidente, el de los valores democráticos, sería cómplice de tal continuidad si no antepusiera los valores democráticos, la paz justa, la del bienestar, la dignidad y los derechos humanos, sobre el negocio puro y duro. Los ciudadanos occidentales y mundiales convencidos de los valores democráticos deben anteponer la ética al negocio, la libertad al beneficio y los derechos humanos por encima de cualquier creencia.

La agenda económica y militar no es suficiente a la hora de tratar con Irán o con Arabia Saudí. Ambos países son responsables de la expansión de dos formas de entender el Islam que ha incendiado Oriente Medio y han fomentado ideologías fundamentalistas. El Islam es enorme, grandioso, millones de musulmanes se siente orgullosos de serlo, lo que no significa que comulguen con las doctrinas de algunos de sus dirigentes, máxime cuando las usan como modo de someterles.

La agenda de la seguridad humana, de los derechos humanos, de la paz justa tiene que ser una prioridad. Irán vuelve a la escena internacional, como amigo. Una amistad que no puede quedar en pura mercancía.

[1] Ver Irán: la negociación sobre el programa nuclear en: https://jjolmos.wordpress.com/2013/11/12/iran-la-negociacion-sobre-el-programa-nuclear/

[2] Ver El pacto sobre el programa nuclear de Irán en https://jjolmos.wordpress.com/2015/04/07/el-pacto-sobre-el-programa-nuclear-de-iran/

[3] Ver Aumento de la tensión entre Irán y Arabia Saudí: alerta para la paz mundial en http://www.entreparentesis.org/blog/822-aumento-de-la-tension-entre-iran-y-arabia-saudi-alerta-para-la-paz-mundial

[4] Ver Arabia Saudí: nuevo monarca, viejos problemas en https://jjolmos.wordpress.com/2015/01/25/arabia-saudi-nuevo-monarca-viejos-problemas/

[5] Ver La guerra árabe iraní agrava el conflicto en Siria en http://entreparentesis.org/wp-content/uploads/kalins-pdf/singles/la-guerra-fria-arabe-irani-agrava-el-conflicto-en-siria.pdf

[6] Ver Yemen en guerra: Tormenta Decisiva en https://jjolmos.wordpress.com/2015/04/02/yemen-en-guerra-tormenta-decisiva/

[7] Ver Arabia Saudí: el triunfo de los petrodólares sobre los derechos humanos en https://jjolmos.wordpress.com/2016/01/04/arabia-saudi-el-triunfo-de-los-petrodolares-sobre-los-derechos-humanos-2/

Javier Jiménez Olmos

24 de enero de 2016

 

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