Razones para la invasión
El 20 de marzo de 2003 se inició la invasión de Irak, la entrada en Bagdad se produjo el 9 de abril y la captura de Sadam Hussein, el 12 de diciembre de ese mismo año. La detención de Saddam no significaba un Irak estable, en paz y resignado a la invasión. Era un dictador promocionado y apoyado desde Occidente; desde Francia a Estados Unidos le prestaron ayuda militar en su momento para contrarrestar el auge de la revolución iraní. Entre los aliados de la coalición para la invasión se encontraban países de dudosa reputación democrática como Uzbekistán; por lo tanto, la excusa de la democratización era poco creíble.
Las razones esgrimidas para la invasión de Irak eran la posesión de armas de destrucción masiva, su apoyo al terrorismo internacional y la expansión de la democracia que provocaría un efecto dominó en la zona. Los opositores a la guerra argumentaron que ninguna de esas razones estaba demostrada y que se estaba vulnerando la legalidad internacional al no contar con el consentimiento de las Naciones Unidas para tal invasión. El 14 de febrero de 2003 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no votó una resolución favorable a la invasión, a pesar de las presiones que hicieron sobre algunos miembros no permanentes del Consejo, soplo Bulgaria, España y Reino Unido votaron favorablemente, Estados Unidos sólo pudo sumar 4 votos de los 15 del Consejo de Seguridad y unos 30 países de 192, no obstante, decidieron actuar unilateralmente.
Para la invasión de Irak fueron erróneamente usados los términos pre-emtion y prevention. El primero significa la toma de acciones militares contra un Estado que está decidido a lanzar un ataque inminente. Las leyes internacionales permiten, en este caso, la respuesta militar como medio para atajar ese ataque. En cambio, prevention se refiere a comenzar un ataque contra un Estado que “puede” ser una amenaza futura. Después del 11-S el gobierno americano confundió los dos términos para poder atacar a Sadam Hussein.
Desde el prisma de la legalidad internacional tampoco parece que la decisión de invadir Irak se ajustara al Derecho Internacional. La Carta de las Naciones Unidas reconoce el derecho al uso de la fuerza en legítima defensa o ante una amenaza inminente del mismo. La Carta no autoriza al uso de acciones unilaterales contra amenazas no probadas, ya que solo el Consejo de Seguridad, dentro de lo permitido en el Capítulo VII de la Carta, puede autorizar el uso preventivo de la fuerza cuando se considere que existe grave amenaza para la paz.
¿Tuvo la invasión de Irak el mismo soporte legal que la de Afganistán? Sería suficiente con contestar que el 7 de marzo de 2003, EE.UU. y Reino Unido, con el apoyo de España que era entonces miembro no permanente del Consejo de Seguridad, presentaron un proyecto de Resolución en el que se constataba que Irak no había aprovechado la última oportunidad que le ofrecía la Resolución 1441. Esta resolución advertía a Irak de las “graves consecuencias” de cumplir sus obligaciones, que eran las contenidas en la resolución 687 de 1991 por la que se establecían obligaciones de desarme e inspección sistemática para vigilar su cumplimiento. No obstante la coalición invasora argumentó que el incumplimiento de la Resolución 687 y la autorización de actuar con “graves consecuencias” caso de incumplirla eran suficientes para la invasión de Irak mediante el uso de la fuerza. Por si todo eso fuera insuficiente añadieron el argumento de la defensa preventiva. Otro de los argumentos utilizados fue posterior con la Resolución 1483 del Consejo de Seguridad, el 22 de mayo de 2003, mediante la cual se reconocían los derechos y obligaciones de la fuerza ocupante lo que se interpretó como una autorización a posteriori del uso de la fuerza.
La discusión sobre la legalidad no cesa y hay expertos que defienden la legalidad mientras que otros lo niegan, incluso hay quienes reclaman que los responsables de la invasión sean llevados a los tribunales competentes para dilucidar su grado de responsabilidad penal. Sin embargo, es conveniente constatar que no se encontraron pruebas de vinculación del régimen de Sadam Hussein con Al Qaeda, ni tampoco la existencia de armas de destrucción masiva. Por lo que se puede argumentar que la invasión de Irak vulneró las leyes internacionales.
La Resolución 1511 del Consejo de Seguridad, de 16 de octubre de 2003 autorizó el uso de la fuerza a la coalición multinacional desplazada a Irak, con el fin de poder ayudar a que las fuerzas en el lugar cumplieran las obligaciones de las potencias invasoras, lo que no significa la legalización de la invasión.
No obstante, la Resolución 1511 del Consejo de Seguridad de 16 de octubre de 2003, autorizó el uso de la fuerza a la coalición internacional desplazada a Irak, con el fin de poder ayudar a que las fuerzas en el lugar cumplieran las obligaciones de las potencias invasoras, pero esto no suponía ni la convalidación, ni la legalización de la invasión
Ello no dejó de causar perplejidad y más bien parece un acuerdo de refrendar o consentir los hechos consumados y no provocar más división en las deterioradas relaciones transatlánticas.
La Resolución 678 de 1990 del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas declaraba “legal” la I Guerra del Golfo para la liberación de Kuwait de las fuerzas invasoras Irakuíes. Las resoluciones 1368 y 1373 de 2001 facilitaron la acción unilateral de EE. UU. contra Afganistán alegando el derecho de legítima defensa, y la 1368 de 2001 autorizó el establecimiento de la ISAF en Afganistán en lo que se ha llamado “unilateralismo consentido”. En cuanto a Irak, con las resoluciones 1483 y 1511 de 2003, la 1546 de 2004, y la 1637 de 2005 se acepta el hecho consumado de la invasión de ese país por la coalición liderada por EE.UU.
Resoluciones del Consejo de Seguridad para Irak
Resolución |
Fecha |
Contenido |
1441 |
8 noviembre 2002 | Graves consecuencias de no cumplir la resolución 687 de 1991 sobre embargo |
14 de febrero 2003 Consejo Seguridad rechaza resolución favorable a invasión |
||
1483 |
22 mayo 2003 | Derechos obligaciones fuerza ocupante |
1511 |
16 octubre 2003 |
Acogen favorablemente el proceso de transición provocado por la invasión |
1546 |
8 junio 2004 | |
1637 |
8 noviembre 2005 |
Fuente: ONU
Kofi Annan, Secretario General de la ONU, expresaba su discrepancia sobre el uso de la fuerza por parte de los Estados Unidos en el documento titulado “Un concepto más amplio de la libertad: desarrollo, seguridad y derechos humanos”, en el que afirma que sólo existe el derecho o deber de proteger en caso de genocidio o crímenes similares. En el Informe del Grupo de Alto Nivel sobre las amenazas, desafíos y el cambio climático titulado “Un mundo más seguro: la responsabilidad que compartimos”, se rechaza la guerra preventiva unilateral ya que debe ser el Consejo de Seguridad el único organismo que pueda autorizarla según se contempla en los párrafos 190 y 191. Sí se considera legítima la respuesta ante una amenaza inminente siempre y cuando no exista otro medio y se lleve a cabo de una manera proporcional.
Los Estados Unidos y Europa habían compartido históricamente una serie de valores comunes que se vieron reforzados durante la II Guerra Mundial y la Guerra Fría. Tras los atentados del 11-S, estos valores se vieron ratificados. Sin embargo, poco después de la invasión de Afganistán las comenzaron las divergencias. Los europeos no aprobaron algunas de las acciones realizadas por la Administración Bush; no compartieron la Patriot Act, ni las cárceles de Guantánamo, ni las torturas de Abu Graib, ni la invasión de Irak.
Atentados más importantes tras la invasión de Irak
Fecha |
Lugar |
Víctimas |
Autores |
15 mayo 2003 |
Riad |
35 muertos (9 americanos) |
Al Qaeda (12 suicidas) |
16 mayo 2003 |
Casablanca (Casa de España) |
45 muertos 100 heridos |
Desconocidos |
5 agosto 2003 |
Yakarta (Hotel Marrito) |
12 muertos 150 heridos |
Rama Al Qaeda Yemaa Islamiyya (suicidas) |
8 noviembre 2003 |
Riad |
17 muertos 80 heridos |
Desconocidos |
15-20 noviembre 2003 |
Estambul |
43 muertos (4 atentados) |
Rama Al Qaeda Frente Islámico de Combatientes (suicidas) |
1 febrero 2004 |
Erbil (Irak) |
117 muertos 220 heridos |
Desconocidos (suicidas) |
6 febrero 2004 |
Metros de Moscú |
41 muertos 120 heridos |
Independentistas chechenos |
27 febrero 2004 |
Manila |
118 muertos |
Abu Sayaf |
2 marzo 2004 |
Kerbala |
106 muertos 230 heridos |
Tawhid wal Yihad |
11 marzo 2004 |
Madrid |
191 muertos Más de 1000 heridos |
Red Al Qaeda en España |
Fuente: Diversos medios de comunicación
El año 2006 se verifica que la política seguida por el presidente Bush no estaba consiguiendo los resultados por él esperados. Casi al final de su segundo mandato se estaba quedando sin su ímpetu inicial y sin los apoyos de sus aliados. Incluso los más acérrimos seguidores del neoconservadurismo se dieron cuenta de que actuar unilateralmente no era lo más adecuado.
Se acentuaron las diferencias entre chiítas y sunitas hasta el punto de parecer una guerra civil. El Gobierno Iraquí, elegido en unas elecciones consideradas como democráticas a pesar de la violencia y la intimidación, estaba dividido, débil y corrupto. El presidente Bush decidió aumentar la presencia militar y envió mas fuerzas, mientras los británicos se retiraban incapaces de controlar el área de Basora bajo su responsabilidad. La estrategia de George W. Bush parecía sufrir una severa derrota, ni se había logrado la expansión de la democracia, ni la contención del terrorismo. Los Estados Unidos eran incapaces de imponerse en Irak, de resolver los problemas de Oriente Medio -en julio de 2006 estalló una nueva guerra en el Líbano en la que Hezbolá, considerada organización terrorista, inflingió un duro coste militar a Israel.
El 11-S provocó la operación militar “Libertad Duradera” que comenzó el 13 de octubre de 2001 con el objetivo de destruir las bases de Al Qaeda y derrocar al régimen talibán en Afganistán. Objetivo que compartió la comunidad internacional en ese momento donde la emotividad dominaba la escena social y política, la reacción fue inmediata sin tiempo para la reflexión pausada que pudiera conducir a otro tipo de medidas más eficaces a largo plazo. Afganistán fue un enemigo improvisado, Irak ya había sido designado como enemigo antes del 11-S. Por eso, en vez de realizar una política de respuesta al terrorismo por el análisis de sus causas, por el empleo de la información e inteligencia y la aplicación de la legalidad vigente, el gobierno Bush optó por la fuerza militar. Poco les importó que no se pudiera demostrar que Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva y tenía conexiones con el terrorismo internacional, como el presidente norteamericano Bush afirmó repetidamente.
Tampoco acertaron los que pronosticaron una campaña corta. Efectivamente las operaciones puramente militares para consumar la invasión no resultaron costosas en tiempo y vidas humanas para los invasores, sin embargo la posguerra ha sido más problemática. El país está lejos de la estabilidad y mucho más lejos de la pacificación.
La guerra es siempre la peor de las opciones, las víctimas son siempre civiles, los soldados reclutados antes también eran civiles, la guerra es el fracaso colectivo de la capacidad negociadora por muy “limpia” que se quiera presentar. La guerra de Irak ha perjudicado los principios democráticos. La prisión de Guantánamo, las torturas, las detenciones ilegales, las cárceles secretas; leyes como la Patriot´s Act; el aumento de la intolerancia, la xenofobia y el racismo; la exacerbación del patriotismo y la manipulación de la opinión pública son los ejemplos que argumentan tal afirmación.
Javier Jíménez Olmos
11 de marzo de 2014
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