II
UCRANIA: EL DILEMA DE ESTADOS UNIDOS Y LA OTAN
LA PROVISIÓN DE ARMAS A UCRANIA
Desde que se inició la guerra en Ucrania, en abril de 2014, la Unión Europea y Estados Unidos oficialmente han limitado su apoyo militar a la provisión de armamento no letal (aquel que no puede causar muertes). Sin embargo, a principios de 2015 el presidente Obama consiguió aprobar una ley que autorizaba el suministro de armamento letal al gobierno ucraniano, aunque por el momento no se ha decidido cuando se ejecutará, pendiente del desarrollo de los acontecimientos.
Los sectores más moderados europeos y estadounidenses piensan que abastecer de armamento letal a Ucrania sólo servirá para incrementar la violencia y la inestabilidad. En cambio, desde las filas republicanas norteamericanas y determinados dirigentes europeos afines son partidarios de la línea dura y, por tanto, de armar a los ucranianos. Son los “halcones de Washington” enfrentados a Obama y a los europeos representados por Merkel y Holland.
Los que argumentan a favor de armar a Ucrania sostienen que las armas letales servirán para cortar las pretensiones separatistas y disuadir a los rusos de seguir apoyándolos por el coste que les causaría una guerra en condiciones más simétricas, además de escarmiento para paralizar futuras intervenciones rusas, como pudiera suceder en los países bálticos. Aunque la ayuda no será definitiva para ganar la guerra, sí servirá para que los separatistas y los rusos se avengan a negociar y a cumplir los acuerdos que se establezcan.
Por el contrario los que se oponen a proveer de armamento letal expresan su preocupación por una mayor escalada del conflicto que, incluso, podría llevar a una confrontación directa entre Estados Unidos/OTAN y Rusia. Piensan que los ucranianos del Este incrementarán sus lazos con Rusia si perciben una amenaza mayor, lo que provocará que el conflicto se enquiste. Otro argumento para impedir la distribución de armamento es la posibilidad de que caiga en manos de incontrolados. Por otra parte, añaden, si el apoyo no se sostiene en el tiempo y no se hace con la suficiente cantidad y calidad no paralizará los ataques rusos y separatistas.
LA POSICIÓN DE LA OTAN/EE. UU.
El mismo día que se firmaban los acuerdos de Minks, que abrían una esperanza al diálogo a y la paz, el general Philip Breedlove, Jefe Supremo de Mando de la OTAN en Europa, manifestaba que la situación militar en Ucrania empeoraba por el gran despliegue militar ruso en sus fronteras con ese país. ¿Se trataba de una realidad o era un intento de minar los acuerdos de Minsk?
A pesar de las declaraciones de Breedlove, asegurando que los rusos habían desplegado vehículos de combate, infantería, artillería y defensas antiaéreas en grandes cantidades, los servicios de inteligencia alemanes (BND) no hacían la misma valoración. Los alemanes sólo detectaron pequeñas cantidades de vehículos armados. El general norteamericano hablaba de 40.000 tropas rusas en la frontera ucraniana y alertaba de una invasión inminente.
Sin embargo, la inteligencia oficial de la OTAN no consideraba tal posibilidad porque ni las tropas, ni el equipo detectado eran suficientes para una invasión inminente. La inteligencia OTAN se produce por la aportación de las diferentes inteligencias nacionales. Por lo que la valoración del General Jefe no parecía provenir de fuentes OTAN. Breedlove restaba importancia a la disensión y consideraba normal que las valoraciones nacionales no coincidieran en el nivel de amenaza. Por su parte, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) tampoco había observado movimientos importantes de movimientos de tropas rusas.
Es evidente que la sombra de los “halcones” planea sobre la sede de la OTAN. Es un hecho que durante la pasada Conferencia de Seguridad de Munich de febrero de 2015, Breedlove se reunió con su compatriota Victoria Nuland, para diseñar una estrategia que acabará con la resistencia europea a proporcionar armas a Ucrania. Nuland, fue representante estadounidense en la OTAN entre 2005 y 2008, es la subsecretaria de Estado y tiene fama de no tener simpatías hacia rusos y musulmanes, aunque de simpatizar con el gobierno israelí.
Obama y el eje franco-alemán, más proclives a la solución negociada y a las sanciones económicas, han encontrado en los “halcones” resistencia. Si el alto el fuego no se respeta serán inevitables que triunfen las tesis de los partidarios de aprovisionamiento de armas que opinan que sin acciones contundentes las sanciones y la diplomacia no servirán de nada. Las posiciones son muy distantes en cuanto al objetivo final. Los europeos buscan estabilizar una situación tan peligrosa para sus intereses. Para los halcones norteamericanos su obsesión es detener la influencia rusa.
La línea dura es defendida en el Informe Conjunto del Consejo Atlántico, Brooking Institution y Chicago Council on Global Affair. En este informe se dice que no hay un cese real del alto el fuego, que Rusia continúa su presencia en Donetsk y Luhansk. También asegura que Rusia ha introducido significantes cantidades de armas pesadas en las zonas dominadas por los separatistas. Siempre según este informe, Moscú busca congelar el conflicto y desestabilizar a Ucrania. Del mismo modo se afirma que, siguiendo la doctrina Putin de proteger la etnia y la lengua rusa, separatistas y rusos se preparan para una nueva ofensiva.
Este informe está en la línea de justificar la actuación de la OTAN, a la que considera Rusia está desafiando y que, por tanto, se necesita reforzar la disuasión, con lo que el Gobierno de Estados Unidos debe proporcionar ayuda económica y armamento letal y no letal al gobierno ucraniano. Sostiene también que otros miembros de la OTAN deben hacer lo mismo. En resumen, consideran que si Moscú no percibe riesgo iniciará un ataque por lo que constituye la mayor amenaza para la paz en Europa desde los últimos años.
El conflicto y el dilema de la intervención hacen renacer a la OTAN que durante los últimos años ha navegado a la búsqueda de una razón de ser tras la desaparición de la URSS y el Pacto de Varsovia. El concepto estratégico de 2010 dio un paso más para constituirse en el gendarme mundial, con transformación de organización defensiva a la posibilidad de intervenir en todo el planeta. Pero en la OTAN hay disidencias, algunos países no están siempre dispuestos a seguir las directrices norteamericanas, ya ha sucedido en las intervenciones en Serbia, Afganistán y Libia.
El Secretario General de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg ha manifestado, en una entrevista a un medio de comunicación español, que la creciente inestabilidad del este y sur de la Alianza, refiriéndose a Ucrania y los países árabes mediterráneos, hacen necesario un incremento de los presupuestos de defensa de los países OTAN, España incluida. Stoltenberg manifiesta que Rusia ha violado las leyes internacionales con la invasión de Crimea y el apoyo a los separatistas ucranianos. Aunque no ve una amenaza inmediata, a diferencia de lo manifestado por el general Breedlove, cree que la OTAN debe tomar medidas defensivas y proporcionadas para que Rusia no utilice la fuerza dentro de un país soberano.
El 26 de enero de 2015 se reunió la Comisión OTAN/Ucrania en la que el Secretario General Stoltenberg estableció que no había solución militar al conflicto, por lo que se daba apoyo político a Ucrania pero no militar, aunque reconoció apoyo para modernizar las fuerzas armadas ucranianas y la provisión de fondos para reformar su defensa y ayuda a esa modernización.
El 11 de marzo de 2015 los aliados y socios se reunieron en el Euro Atlantic Partnership Council para intercambiar opiniones sobre la situación en Ucrania. Los ucranianos expresaron su preocupación por el incumplimiento de alto el fuego contemplado en el Acuerdo de Minsk y el deseo que separatistas y rusos retiraran el armamento pesado de las zonas de combates con la supervisión de la OSCE.
LA AMPLIACIÓN DE LA OTAN
A pesar de la caída comunista, los gobernantes norteamericanos se han mostrado recelosos de que Rusia volviera a emerger como potencia universal. Por ello, el propio Clinton defendió la idea de la ampliación de la OTAN. A los países aspirantes al ingreso se les exigía fueran gobernados con régimen democráticos y que sus fuerzas armadas pasaran a estar bajo mandato OTAN. Sin entrar en valoraciones sobre la democracia en alguno de los países solicitantes, la entrada en la OTAN significaba compatibilizar los sistemas de armas con los de los países occidentales, lo que sobre todo significaba adaptar los existentes y/o comprar nuevos. Desde luego un gran negocio para las empresas de venta de armamentos norteamericanas y de algunos países europeos occidentales. La OTAN también establecía, de este modo, bases militares muy importantes en las cercanías de las fronteras rusas.
En 1999 ingresaron Polonia, Hungría y la República Checa. En 2004 lo hicieron Estonia, Letonia, Lituania, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia. Y en 2009, Croacia y Albania. Rusia consideró que esa expansión era una provocación dado que el antagonista Pacto de Varsovia se había disuelto en 1991. La ampliación era percibida por Rusia como un trato a un potencial enemigo.
Toda la ampliación y las percepciones de amenaza mutua tenían lugar a pesar de las formales relaciones especiales entre Rusia y la OTAN. En 1997 sellaron un acta fundacional (Founding Act) con la creación de un consejo permanente (Permanent Joint Council) en Bruselas, mediante el que establecían relaciones bilaterales. En el 2002, durante la Cumbre de la OTAN celebrada en Roma, se formó el Consejo OTAN/Rusia (NATO/Russia Council).
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el presidente George Bush trató de ampliar más aún las fronteras de la Alianza, para ello promovió el ingreso de Georgia y Ucrania. La propuesta fue bloqueada por parte de los europeos que, no obstante, no cerraron la puerta definitivamente a estos dos países. La crisis de Ucrania, como ya se ha dicho, ha proporcionado argumentos a los defensores de una nueva ampliación.
La OTAN está dividida sobre cómo actuar en Ucrania. Los beligerantes como el Senador John McCain no tienen dudas y apuestan por la integración, lo mismo que el ex embajador en la ONU John Bolton que opina que Ucrania y Georgia deberían ser miembros de la organización atlántica, de la misma opinión es el ex secretario de Defensa Robert Gates. Pero en Estados Unidos y en Europa muchos otros se preguntan si estas integraciones producirían mayor seguridad a los aliados o por el contrario producen mayor inestabilidad y riesgos para la paz europea y mundial.
LA CRISIS DE UCRANIA UN JUEGO DE GUERRA INACEPTABLE
Rusia se siente intimidada y amenazada por las continuas ampliaciones de la OTAN que cercan sus fronteras de bases militares de esta organización y cuyo mando casi siempre recae en las fuerzas norteamericanas. El escudo antimisiles con baterías en Rumanía y Polonia es una muestra de esta preocupación rusa. También la reciente creación de una Fuerza de Intervención Inmediata, dotada con cinco mil efectivos, despierta recelos entre los gobernantes rusos.
Del mismo modo la actual Air Policing (vigilancia del espacio aéreo) se ha incrementado notablemente por parte de la OTAN, el objetivo: detectar, seguir e identificar violaciones o vulneraciones del espacio aéreo de la Alianza y tomar las acciones apropiadas para defenderlo. Los aviones de combate de la OTAN vigilan el espacio aéreo de aquellos que no disponen de estos medios, caso de Albania, Eslovenia o los países bálticos.
Pero no sólo las fuerzas aéreas vigilan las fronteras de la OTAN, en esta escalada de tensión militar se ha incrementado la vigilancia marítima y el sistema de defensa antimisiles. La OTAN ha realizado en el mes de febrero importantes maniobras navales en aguas del Mar Negro con la participación de buques de guerra turcos, búlgaros y rumanos, eso sí, capitaneados por el buque insignia norteamericano USS Vicksburg.
Los rusos no se quedan atrás y han comenzado otras maniobras consideradas por la OTAN como una provocación. Se trata de un ejercicio a gran escala que iniciaron el 16 de marzo de 2015. Intervienen 45000 hombres, 3000 vehículos, 40 buques, 15 submarinos, 110 aviones y un número indeterminado de plataformas móviles lanzamisiles. Entre los aviones destacan los bombarderos estratégicos de largo alcance TU-22M, con capacidad de lanzamiento de bombas nucleares.
Las maniobras se realizan desde el Báltico al Mar Negro, lo que se interpreta como una demostración de fuerza hacia la NATO, que por su parte ha realizado ejercicios militares, además de los navales comentados en párrafos anteriores, en el Báltico, Rumanía y Hungría.
Cualquier incidente en este juego de provocaciones puede desatar una guerra de consecuencias imprevisibles (o desgraciadamente demasiado previsibles). Un juego de exhibición de fuerza que a menudo se da en el espacio aéreo cuando aviones de combate se encuentran en el cielo y se interceptan para impedir que se sobrevuele territorio propio. La OTAN ha contabilizado, sólo en el 2014, 114 de estos incidente. No se disponen de cifras de las reclamaciones por parte rusa. En el cielo del Báltico los aviones de combate de la OTAN y rusos se vigilan. España participa en la operación con un despliegue de 4 cazas Eurofighter.
Los halcones de una y otra parte no cesan de provocar a sus adversarios. Las preguntas son dramáticas: ¿hasta cuándo pude durar esta situación de provocaciones? ¿alguna de las situaciones límite que se dan cuándo las armas están cargadas pueden conducir a una escalada incontrolada?
La situación a la que se ha llegado en Ucrania, donde las responsabilidades pueden estar repartidas por las actuaciones anteriores no se puede agravar con soluciones militaristas. Los halcones tienen que ser frenados en ambas partes. Europa no se puede permitir un desastre en Ucrania que podría extenderse sin control por Europa y otras partes del mundo. Las consecuencias serían irreversibles.
Hay que dar tiempo a la paz, negociar para establecer una convivencia pacífica en Ucrania, en la que se respeten los derechos de las regiones del Este mayoritariamente ruso parlantes. Hay que apoyar a Ucrania, no con armas sino con ayuda al desarrollo que consiga una sociedad más justa. En eso Rusia también puede colaborar, sobre todo concediendo precios especiales para el gas y otras materias primas.
Hay que retirar tropas de las zonas conflictivas, establecer zonas seguras con participación de fuerzas de las Naciones Unidas, como paso previo a una paz duradera. Para ello, tal vez hay que suspender sanciones económicas a Rusia, que como todas las de ese tipo sólo perjudican a las personas más débiles, provocando más descontentos que engendran más odio y más violencia. Se tiene que encontrar una solución definitiva a Crimea, con respeto a las minorías no rusas, revisando la situación actual y celebrando un nuevo referéndum bajo supervisión de Naciones Unidas.
Por último la OTAN debe contener sus impulsos expansionistas, propugnados principalmente desde las filas estadounidenses más contrarias a las soluciones negociadas. Habría que preguntarse si con tanta ampliación Europa se hace más segura o si por el contrario contribuye a la militarización mundial.
Nota.- Un resumen del origen y evolución del conflicto de Ucrania se puede ver en:
http://www.seipaz.org/documentos/UCRANIA_ESCOLARweb.pdf
Gracias Javier. Como siempre una información de muchísima calidad, además es un tema muy conocido por ti. Es cierto que viendo los telediarios ya intuía que los USA estaban detrás metiendo zizaña, pero lo peor de todo es ver a los pobres ucranianos, anti o pro rusos, que sufren las consecuencias, CON UN MONTÓN DE MUERTOS, hoy mismo en Europa y nosotros ni nos enteramos… Gracias
Gracias Luis. El conflicto de Ucrania y el futuro de la OTAN son debates que se deben abordar sin prejuicios.
¡GRACIAS! Estupendo estudio. Cómo facilitan la lectura los mapas y gráficos!
=> En efecto: «Hay que dar tiempo a la paz, negociar para establecer una convivencia pacífica (…) Hay que apoyar (…), no con armas sino con ayuda al desarrollo que consiga una sociedad más justa».
=> En el artículo de El País de ayer 24/03/15, Jesús A. Núñez Villaverde escribe [«Daesh y el cuento de la lechera: (…) A estas alturas es elemental entender que el terrorismo nunca será derrotado por vía militar.Si no se articulan estrategias que vayan contra las causas que lo alimentan (empezando por políticas sociales…)»]
¡¡SI! «(…) la OTAN debe contener sus impulsos expansionistas, propugnados principalmente desde las filas estadounidenses más contrarias a las soluciones negociadas. Habría que preguntarse si con tanta ampliación Europa se hace más segura o si por el contrario contribuye a la militarización mundial.»
¡¡SI!! Como leemos en el párrafo «LA AMPLIACIÓN DE LA OTAN—>» (…) Desde luego un gran negocio para las empresas de venta de armamentos norteamericanas y de algunos países europeos occidentales(…)
==>El Informe de SIPRI nos acaba de informar del afán de tantos Estados «de comprar armamentos,(…) de aumentar sus presupuestos militares(…), de elevar sus gastos de defensa(…).
El suculento negocio de la guerra es insaciable!.
Isabel, muy agradecido por sus aportaciones y comentarios en favor de la cultura de paz. Efectivamente la guerra es un suculento negocio para unos pocos a costa del sufrimiento de millares de personas.