Las relaciones internacionales son complejas y se basan casi siempre en el poder y los intereses. En el mundo que nos ha tocado vivir, donde todo está interrelacionado de una manera inmediata, conflicto que suceda fuera de nuestras fronteras nos afecta casi con toda seguridad de un modo directo, lo que podemos comprobar actualmente con la guerra en Ucrania.

Enfrascados en las contiendas domésticas no percibimos la importancia de las relaciones internacionales. No es algo exclusivo de la política española, sucede también en la mayoría de los países, donde las elecciones se ganan o se pierden por los asuntos puramente domésticos. Por eso los políticos, en general, dedican muy poco tiempo a estos asuntos internacionales en sus campañas electorales. Yo soy de los que piensan que una parte muy importante del gobierno del Estado se debe centrar en la política internacional.

Esta semana el Presidente del Gobierno de España visita los Balcanes. Los lectores de este blog se pueden informar de dicha visita a través de los medios de comunicación, aunque dicho sea de paso no es que le dediquen mucha atención. Los Balcanes siguen siendo una zona muy conflictiva del corazón de Europa, con unas sociedades muy polarizadas hacia el nacionalismo más extremo, que les ha conducido a unas guerras dramáticas a finales del pasado siglo y a principios de este.

Que España le preste atención a los Balcanes y que se implique en la prevención de conflictos en esa región es crucial para la paz y el bienestar en EuropaLas guerras de los Balcanes se pudieron evitar si las potencias exteriores hubieran primado el diálogo y la paz sobre sus propios intereses. Tuve la oportunidad de vivir profesionalmente la guerra de Kosovo y comprobar que se podían haber evitado con más diálogo y sin imposiciones tan poco aceptables por parte de algunos de los contendientes. La OTAN presionó a Serbia de tal manera que alguna condición era inaceptable para cualquier país soberano

Primaron mucho los intereses por encima de la paz y de las personas. La opinión pública occidental, incluida la española, tomó partido por una de las partes sin considerar que en una guerra no hay buenos ni malos, que las guerras se engendran durante mucho tiempo y comienzan en un día por una u otra parte, eso es lo de menos, siempre hay alguna excusa para iniciarla: los culpables siempre son “los otros”.

Por motivos profesionales viví esa guerra en primera persona. Por imperativo legal, como miembro de las fuerzas españolas destinadas en la OTAN tuve que cumplir órdenes, pero ahora ya puedo decir sin recato alguno (estoy retirado) que nunca estuve de acuerdo con los bombardeos de la OTAN a Serbia, tomada como chivo expiatorio de lo que a todas luces eran intereses partidistas, especialmente de los norteamericanos. El resultado un Kosovo independiente al que España no reconoce como tal. Un estado al servicio de los intereses de los norteamericanos a través de la OTAN.

Mis opiniones son personales basadas en mi experiencia pasada y como tales resultan ya impresiones. Sin embargo, mi interés por ese conflicto permanente y ya en mi fase académica me ha llevado a estudiar con más detalle lo que sucede en la región balcánica. Mis experiencias me llevaron a concluir que la propaganda que por ambas partes, OTAN y Serbia no se ajustaba a la realidad que yo percibía (Aprovecho la ocasión para denunciar la manipulación informativa que percibo por todas partes en la actual guerra de Ucrania).

Por eso aplaudo la decisión del presidente del Gobierno de España de acercarse a los Balcanes. Y aprovecho la ocasión para decir que los presidentes de los gobiernos de las modernas democracias deben prestar mucha atención a los asuntos internacionales, y prepararse a fondo para tales menesteres. (Sí, es bueno que sepan idiomas y utilicen el Falcon para esas misiones). Y desde este modesto foro le insto a que adopte posiciones más propensas a resolver el conflicto de Ucrania por los medios más pacíficos posible. Creo que una gran parte de los españoles se lo agradeceríamos (al menos el que suscribe).

Notas.-

  1. Durante la llamada campaña de la OTAN en Kosovo en la primavera de 1999, estaba destinado en el Mando Sur de la OTAN en Nápoles y fui destacado como oficial de enlace de dicha Organización a Bulgaria para colaborar en las operaciones áreas de dicha campaña. Después desde el 2002 al 2006 estuve destinado en Poggio Renático (Italia) como Jefe de la Sección de Planes Operativos del Centro de Operaciones Aéreas, tanto del Sur de Europa como de los Balcanes. Asi que mis impresiones están basadas en mi experiencia profesional.
  2. Recomiendo que para tener una visión académica y, por tanto, menos apasionada por parte alguna leer los artículos cuyo enlace escribo a continuación, y los libros que menciono también.

Artículos:

https://www.rtve.es/play/audios/cinco-continentes/bosnia-herzegovina-se-asoma-nuevo-abismo/6180198/

Libros:

Y llegó la Barbarie, José Ángel Ruíz Jiménez (Ariel, 2016).

Libro sobre las guerras de los Balcanes, la de Kosovo se puede leer de la página 314 a la 419

La fábrica de fronteras, Francisco Veiga (Alianza Editorial 2011), sobre el colapso de Yugoslavia. La intervención de la OTAN en Kosovo se puede encontrar de la página 303 a la 322.

Javier Jiménez Olmos

30 de julio de 2022

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies