fotonoticia_20141017070623-14101075659_644Los diez países más pobres del mundo son africanos. Aunque algunas instituciones internacionales y gobiernos occidentales ofrecen grandilocuentes datos macroeconómicos, como el del crecimiento económico, para argumentar que África progresa, la realidad percibida por muchos de sus habitantes es bien distinta. Los que basan todas sus argumentaciones a favor del sistema económico imperante con el dato del PIB, no consideraran otros factores no incluidos en esa cifra como son: el deterioro medioambiental, la seguridad humana y el bienestar individual.Prevision-Economias-En-Desarrollo

El PIB no sabe de desarrollo sostenible, de derechos humanos, de libertad, de dignidad, de esperanza de vida, de educación, de salud pública, de servicios indispensables para una vida digna.

Existe un índice mucho más realista para calificar la calidad de vida de los habitantes de un país: el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), definido por el Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Este IPM considera y pondera, entre otros, los siguientes factores:

  • Sistema educativo: años de escolarización y niños escolarizados
  • Sistema de salud pública: mortalidad infantil y nutrición
  • Bienestar ciudadano: electricidad, saneamiento, agua potable, entre otros servicios

Los 10 países más pobres del mundo, según ese criterio, pertenecen a África Subsahariana. Lo curioso es que casi todos ellos poseen enormes riquezas naturales y una población muy joven. Cuando se buscan las causas de la inmigración que llega a Europa procedente de África habría que considerar como una de las primeras la pobreza. Una pobreza que conduce a una huida desesperada en busca de una vida más digna.africa-colonial

Pero no tampoco hay que olvidar la parte de responsabilidad de esa pobreza debida al sistema colonial de los siglos XIX y XX y al neocolonialismo sucesor del XXI.

Según el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (noticia publicada por REUTERS el 30.11.2014) tres de cada cuatro inmigrantes que pasan la valla de esa ciudad proceden de ex colonias francesas. El mayor porcentaje, el 36%, provienen de Malí, seguido por los de Guinea Conakry con 22%, Camerún, 6%, Chad, 5%, Costa de Marfil 3%. Los de Senegal, sin embargo, suelen llegar a España principalmente en cayucos a través de Canarias.mapa21

La organización Silicon África ha acusado a Francia hacer pagar a sus ex colonias tributos derivados de la época colonial y la posterior descolonización. Los pagos se hacen mediante:

  • La concesión de la explotación de los recursos naturales
  • La presencia militar permanente
  • Tasa económicasFrench-military-bases-in-africa

Según Silicon esta situación provoca falta de desarrollo que conduce a la pobreza con la consecuencia de inmigraciones masivas. No obstante, siempre según Silicon, las multinacionales francesas Total (petróleo) Belloré (comunicaciones) y Areva (uranio) obtienen unos ingentes beneficios que, sin embargo, no se distribuyen entre los nativos de los países en los que operan.

La asociación Survie también denuncia que el neocolonialismo económico francés se basa en relaciones y transacciones poco transparentes. Del mismo modo acusa a Francia de provocar golpes de estado en algunos de esos países para colocar a dictadores a fieles a sus intereses. Survie ha informado de que en septiembre de 2011 un asesor presidencial francés reveló que los presidentes de la República Jacques Chirac, Valerie Giscard d´Estaing y Geroge Pompidou y Nicolas Sakozy recibieron dinero de líderes africanos para financiar sus campañas electorales.Descolonizacion de Africa mapa

Otra de las acusaciones la organización Silicón es la gran cantidad de golpes de estado que se ha sucedido en las ex colonias galas desde su independencia: “en los últimos 50 años ha habido 67 golpes de estado en 26 países africanos, 16 de los cuales han sucedido en ex colonias francesas, es decir, el 61% del total”

Según Silicon, no es coincidencia y la mayoría de esos golpes han sido provocados por Francia para colocar a presidentes que obedecieran a sus dictados. Eso, según el argumento de Silicon, provoca una corrupción inducida no solo por la avaricia de los dirigentes sino por el miedo a ser depuestos si no aceptan doblegarse a los intereses de la antigua metrópoli.

Al margen de que las informaciones de Silicon y Survei no sean aceptadas por los gobiernos galos y puestas en duda por organismos internacionales, no cabe duda de que los datos objetivos de África con relación a su calidad de vida de muchos de sus habitantes son poco discutibles.

Tampoco es discutible que parte de los flujos migratorios hacia Europa tienen su “muro” en las fronteras de Ceuta y Melilla, y su gran obstáculo en el propio Mar Mediterráneo. De todos los que emigran, los que intentan llegar Europa saltando vallas o cruzando el mar son los más “desgraciados”.

Por encima de las leyes, de las fronteras, y de las patrias están las personas con sus derechos y con su dignidad.

No se puede presumir de democracia cuando esa democracia es solo para los afortunados que viven en países occidentales desarrollados.

No se puede dar lecciones de democracia cuando el bienestar que conduce a esa democracia se basa en la explotación de otros seres humanos y de los recursos naturales de los países en los que habitan.

Javier Jiménez Olmos

13 de diciembre de 2014

Ver artículo relacionados en este mismo blog en la categoría África Subsahariana en

http://jjolmos.wordpress.com/category/africa-subsahariana/

y el artículo «Los muros de la vergüenza» en

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