Con cierto desasosiego contemplo la nueva cumbre de la OTAN a celebrar en Vilna, que se desarrollará en la capital de Lituania durante la semana entrante (11 y 12 de julio de 2023). Y digo esto porque me temo que se va hablar mucho de amenazas, de estrategias militares y de incremento de gastos de defensa (o de ataque, según se mire).

Una reunión que tiene lugar a pocos kilómetros de territorio ruso. ¿Se imaginan una cumbre de una alianza militar, bajo el liderazgo ruso, celebrándose en La Habana? Recordemos que Kaliningrado es territorio ruso.

Como preludio de la cumbre, los aliados demuestran su poderío militar aéreo en unas maniobras que, bajo la excusa defensiva de un posible ataque a la Alianza, por el momento y la dimensión de las fuerzas implicadas, constituyen una seria amenaza para la paz.

La OTAN nació bajo los auspicios de los Estados Unidos de Norteamérica para contener la expansión del bloque soviético en Europa. Al final de la II Guerra Mundial, los soviéticos ocupaban militarmente toda Europa Central y Este. Además, los partidos comunista francés e italiano tenían una gran implantación en esos países, hasta tal punto que participaron en gobiernos de coalición al acabar la contienda mundial. El comienzo de la llamada “guerra fría” los expulsó de la participación democrática. El capitalismo norteamericano decidió combatir al enemigo interior “crucificando” a los comunistas que, por otra parte, habían sido unos de los principales combatientes al fascismo y al nazismo.

La OTAN tenía una finalidad primordial: impedir que el sistema soviético se implantara en Europa. Con el colapso de la Unión Soviética, la OTAN perdió su antirreferencia y, por tanto, su razón de ser. Pero la OTAN, no solo no desapareció, sino que continuó ampliándose a países del antiguo bloque soviético, hasta las fronteras de la misma Rusia.

La OTAN, bajo el liderazgo e interés norteamericano, pretende ser la garante de la seguridad mundial. La OTAN también se erige en adalid de la defensa de la democracia y los derechos humanos. Por eso, apoya sin fisuras la causa palestina, por eso apoya militarmente y humanitariamente a los palestinos que han sufrido desde décadas la invasión de su Estado vecino, Israel (solo por poner un irónico ejemplo).

La historia reciente, ofrece algunas dudas de la buena voluntad defensiva de la OTAN. ¿Recuerdan la guerra de Kosovo en 1999? La OTAN, sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, inició una campaña de bombardeos sobre territorio serbio. Una actitud prepotente y arrogante al servicio de unos intereses determinados por la política exterior norteamericana, con el seguidismo habitual de algunos de sus aliados (entre ellos España). Una guerra que se pudo evitar si se hubiera dialogado convenientemente.

La OTAN, en esta adaptación para no desaparecer, ha ido transformándose para demostrar al mundo la necesidad imperiosa de su existencia. Conviene recordar, que la OTAN es principalmente una alianza diseñada para servir a los intereses norteamericanos, primero en Europa y ahora en el mundo. La OTAN es estadounidense porque es esta nación la que dirige, y controla la organización; es la que proporciona mayor financiación, personal y material.

Volviendo al principio, en esa inminente cumbre de Vilna, la OTAN volverá a demostrar, seguramente, que su finalidad es exclusivamente militar, como lo fue desde el principio. No se hablará de paz, eso es debilidad. La Alianza, como todas las alianzas militares, basan su existencia en la fuerza de las armas. Volverán a incrementar -¡ojalá me equivoque! -la tensión militarista, el lenguaje de la disuasión mediante la fuerza.

La otra parte, me refiero a Rusia, no se quedará atrás, y de esta manera unos y otros tendrán la excusa para seguir alimentando la locura de la carrera de armamentos. Pero tampoco hay que olvidar que la otra gran potencia, China, se sentirá intimidada (ya en la actual estrategia aprobada en Madrid se la considera un desafío) Un juego demasiado peligroso. Tres grandes potencias, con potencial nuclear, jugando una partida de ajedrez en la que habrá jaque mate a la humanidad de seguir con esta escalada militar.

Alguien tendrá que dar un primer paso para reducir tensiones y hablar de paz. La guerra en Ucrania continúa, con millares de víctimas, también en otros lugares del planeta como Palestina o Sudán, por mencionar los más actuales, pero la OTAN seguirá a lo suyo que no es otra cosa que militarizar aún más el ya militarizado viejo continente.

Ya sé que los ortodoxos del conservadurismo realista, que consideran la guerra la continuación de la política mediante otros métodos, calificarán de “buenismo utópico” mis reflexiones (incluso llegarán a decir que somos aliados de Putin), no me importa, seguiré pensando que la paz es la salud de la sociedad. Sin paz no hay posibilidad de desarrollo humano. Otros, seguirán aplicando la máxima “si quieres la paz prepárate para la guerra”.

¿No hay otra forma de buscar la paz que no sea mediante la carrera de armamentos, el incremento de las organizaciones militares y las estrategias disuasorias basadas en la fuerza de las armas?

“SI QUIERES LA PAZ EDÚCATE, EDUCA Y TRABAJA CADA DÍA PARA LA PAZ”

Javier Jiménez Olmos

10 de junio de 2023

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