
Poco más que añadir a la impunidad con la que el gobierno israelí está cometiendo presuntamente crímenes de guerra en Gaza y Cisjordania. De poco están sirviendo los llamamientos a un alto el fuego, ni mucho menos al reconocimiento de la división de Palestina en dos estados, uno judío y otro palestino, tal y como se resolvió en Naciones Unidas con Resolución 181 de la Asamblea General en 1947.
Siempre quedará la excusa de acabar con Hamás y su actividad terrorista para proseguir la masacre, los crímenes de guerra y la apropiación de más territorio palestino.
Nadie va a discutir el execrable crimen cometido por Hamás el siete de octubre de este año. Los responsables de tal acción terrorista van a ser perseguidos y juzgados por los tribunales correspondientes, no quedarán impunes.
Pero, ¿hasta cuándo el gobierno israelí va a continuar la escalada militar en Gaza y Cisjordania? La percepción es que las fuerzas armadas israelíes estaban avanzando y practicando una estrategia de «tierra quemada», es decir, la eliminación de todo vestigio de resistencia, a pesar de que eso implique causar víctimas por millares.
Las llamarán víctimas colaterales, aunque la impresión es que el ejército israelí, siguiendo las órdenes de su gobierno, las considera también objetivo a toda la pobación palestina en Gaza, lo que constituiría un genocidio.
Una parte de los gobiernos del llamado Occidente permanecen impasibles ante la tragedia humanitaria de Gaza, con el norteamericano liderando ese crimen contra la humanidad. ¿Dónde han ido esos valores, que tan contundentemente se mostraron con la invasión rusa de Ucrania o en otras ocasiones de vulneración de los derechos humanos y las leyes de la guerra?
No se sabe por qué esta actitud condescendiente con Israel, casi cómplice, por parte de algunos dirigentes occidentales, que ni tan siquiera se han atrevido a ordenar algo tan diplomático como llamar a consultas a sus respectivos embajadores en Israel. Ni una condena al gobierno israelí, ni una sanción, nada. Parece que la justicia y el Derecho Internacional Humanitario son solo aplicables cuando conviene.
No sé cómo discurrirá la historia ni quién la escribirá, pero a todas luces se está cometiendo una injusticia contra el pueblo palestino, contra seres humanos, contra la humanidad, con la pasividad internacional. Una inacción propiciada y liderada por unos gobiernos norteamericanos que no se sabe bien si están por defender los derechos humanos o por defender los intereses de sus grandes corporaciones de la fabricación y venta de armamento
El intento de formatear a la opinión pública calificando la agresión israelí como el derecho a la defensa propia tras el atentado de Hamás, no se sostiene después de causar más de 10.000 muertos en Gaza y tanta destrucción.
La invasión de Gaza no hará sido incrementar el odio mutuo entre palestinos e israelíes, no conseguirá otra cosa que la afiliación radical continúe en las filas palestinas. Eso sí, los elementos extremistas reaccionarios de Israel y otras partes del mundo habrán saciado sus ansias de venganza. Una venganza indiscriminada, un nuevo holocausto esta vez palestino.
No hay que desistir de continuar exigiendo:
PROPUESTA DE PAZ PARA PALESTINA
– alto el fuego y retirada militar del ejército israelí en Gaza
– cese del bloqueo de Gaza
– liberación de los rehenes en manos de Hamás
– liberación de los presos políticos palestinos en las cárceles israelíes
– reconocimiento del Estado palestino con las fronteras de 1967
Con Estados Unidos a la cabeza, las democracias occidentales tienen la obligación de propiciar estos u otros acuerdos que conduzcan una paz justa en Palestina.
Javier Jiménez Olmos
12 de noviembre de 2013
Sabes que comparto todas las palabras de tu comentario. Las dos varas de medir, hipócritas y egoístas, de la Europa que comienza a ser de mercaderes en exclusiva y con sede en Bruselas, son tan evidentes en este caso, que dan vergüenza ajena. Un abrazo.