En la historia de la humanidad la agenda militar ha sido predominante en las relaciones internacionales. Todos los grandes imperios se han forjado por la fuerza de las armas, y la mayor parte de los conflictos entre estados y facciones dentro de un estado se han dirimido mediante cruentas guerras. Parece que la historia continúa a pesar de que desde sectores sociales cada vez más influyentes se aboga por una transformación de esas relaciones basadas en el poder de las armas. La seguridad es una de las prioridades de todas las sociedades, una seguridad que ha sido considerada exclusivamente militar o policial. Sin embargo, la seguridad es multidimensional y la militar es tan solo una parte de ella. La seguridad tiene también dimensión política, económica, social y medioambiental.
- Seguridad política, que libere de la inestabilidad represiva y proporcione un sistema legislativo respetuoso con los derechos humanos
- Seguridad económica, que establezca un equitativo reparto de la riqueza de modo que el sistema sanitario y educativo, y las rentas familiares, permitan a las personas tener un proyecto de futuro ligado al bienestar y llevar una vida digna
- Seguridad social, que logre desarrollar la diversidad sin limitaciones étnicas, religiosas, políticas, de género o de orientación sexual.
- Seguridad medioambiental, para evitar que la degradación de la biosfera afecte al modo de vida y a la obtención de recursos naturales como el agua y los alimentos
La seguridad humana abarca todas las dimensiones anteriores y se define como aquella que es capaz de garantizar al individuo poder desarrollarse como persona, es decir de gozar de libertad y bienestar suficiente para poder tener cubiertas todas sus necesidades fundamentales y desarrollar todas sus capacidades.
La humanidad ha vivido en una permanente cultura de guerra. La guerra parece siempre inevitable, ¿pero tiene que ser siempre así? ¿no sería mejor educar para una cultura de paz?
Educar para la comprensión de los conflictos: sus causas y sus consecuencias como mejor manera para comenzar a resolverlos.
Educar para la seguridad humana y para la paz.
Cultura de paz es un conjunto de:
- Valores
- Actitudes
- Tradiciones
- Comportamientos
- Estilos de vida
Basados en:
- Respeto a la vida, fin de la violencia mediante la educación, diálogo y cooperación
- Respeto y promoción de los derechos humanos y libertades fundamentales
- Compromiso de arreglo pacífico de los conflictos
Pasar de una cultura de guerra a una cultura de paz exige un esfuerzo continuo, con resultados a largo plazo. Para ello, es necesaria voluntad política, social, de educadores, de medios y de familias. La educación es el motor de la evolución social, por tanto, hay que educar para la paz y fomentar proyectos de cultura de paz tanto a a los niveles local, autonómico, nacional e internacional.
El miércoles 9 de noviembre en la Fundación “Seminario de Investigación para la Paz” de Zaragoza se celebrará una jornada dedicada a educación para la paz con el título “LAS FUERZAS ARMADAS EN UNA DEMOCRACIA: ¿CONTRIBUYEN A LA CULTURA DE PAZ?
Serán militares españoles los que nos respondan a la pregunta del título en el programa que se ofrece a continuación.
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