Hace un par de semanas se publicó en este blog un artículo sobre los derechos humanos en Arabia Saudí (https://jjolmos.wordpress.com/2016/01/04/arabia-saudi-el-triunfo-de-los-petrodolares-sobre-los-derechos-humanos-2/). Los dirigentes de las grandes democracias occidentales no han tenido ningún recato en hacer negocios con los saudíes, a pesar de las vulneraciones sistemáticas de los derechos humanos y del proselitismo de sus dirigentes en favor de la versión más fundamentalista del Islam.
Ahora Irán se incorpora a la comunidad internacional y esos, que ignoraron o fueron complacientes con Arabia Saudí, también parecen dispuestos a «reír las gracias» a los fundamentalistas iraníes (https://jjolmos.wordpress.com/2016/01/24/iran-vuelve-a-la-escena-esta-vez-como-amigo/ ). La primera prueba ha sido en Roma. Una cosa es respetar las creencias y otra muy distinta compartirlas. Una cosa es respetar los símbolos religiosos y otra ocultar las obras de arte porque a alguien le pueda molestar la belleza de un desnudo.Si alguien le molesta una obra de arte porque la considera obscena, en los países democráticos no la mira y basta. Si alguien no bebe alcohol porque sus creencias no se lo permiten es muy respetable y no le obligarán a beberlo, pero si el resto de los comensales quieren hacerlo, en una democracia no se puede impedir.
Si estos detalles son importantes, los son aun más el respeto a los derechos humanos, que están por encima de cualquier creencia sea política o religiosa. Y a los dirigentes saudíes y a los iraníes, como a todos los dictadores, hay que hacerles comprender que deben respetar los derechos humanos.
Como ya se explicó en anteriores artículos de este blog, que siempre se ha manifestado en defensa de los musulmanes, de su cultura y de su religión, una cosa es el Islam y otra bien distinta su dictadores. Dictadores que en este caso usan la interpretación más interesada de los textos sagrados para mantener subyugados e ignorantes a sus compatriotas.
No todo vale, nadie obliga a dar la mano a una mujer, pero para la cultura occidental es una falta de educación discriminar sin ese saludo a las mujeres. Hay que hacérselo saber y entender a esos dirigentes fundamentalistas. Y hay que transmitir al pueblo musulmán que sólo una interpretación errónea de los textos sagrados puede inducir a tal comportamiento con relación a las mujeres.
No todo vale, no se puede consentir todo para hacer negocio. Entre otras razones porque cuando esos dirigentes occidentales y sus empresas patrocinadoras quieran hablar de valores nadie les va a creer. Y porque no se puede seguir consintiendo que desde Arabia Saudí (y otras petromonarquías) y desde Irán se sigan transmitiendo las dos versiones más integristas del Islam a los musulmanes en particular y al mundo entero en general.
No puede ser que esa Europa insolidaria con inmigrantes y refugiados musulmanes reciba, con complacencia casi servil, a aquellos que han contribuido a fomentar los conflictos en Oriente Medio con las consecuencias tan trágicas para millones de personas, que también son musulmanes.
El «todo por la patria» no se puede convertir en «todo por la pasta» o por “el petróleo y el gas”
Javier Jiménez Olmos
27 de enro de 2016
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!
Estamos gobernados por incultos incompetentes!!!!!!!!!!!!!!!!
Cuánta ridiculez!!!!!!!!!
Toda la razón. No todo vale.
Además, debemos ser críticos con nosotros mismos y nuestras actuaciones tantas veces erradas, pero tenemos también que reivindicar nuestros valores culturales sin complejos.
Como digo en «La Crisis de Occidente ¿una esperanza para el mundo?:
http://www.bubok.es/libros/236816/La-crisis-de-Occidente–una-esperanza-para-el-mundo
(…) la expansión de Occidente y en particular su hegemonía en el campo de las ideas y la cultura, condujo también a la expansión del concepto de derechos humanos en el mundo(…), aparejado a la democracia como la fórmula de gobierno que mejor los garantiza, arrojando un resultado en conjunto positivo para toda la humanidad, aunque no se produjera de forma ajena al propio interés hegemónico y su aplicación efectiva albergara muchas fallas e interpretaciones sesgadas. La herencia más positiva de Occidente son sin duda los derechos humanos y la democracia, (…), .
Cuando hoy en día citamos una serie de valores que se quieren compartidos por toda la humanidad, como entre otros lo hace Sami Nair, a quien no se puede considerar ejemplo de occidental-centrismo, encontramos: la igualdad entre sexos, etnias, el respeto al diferente, la libertad de creencias, la libertad de expresión y organización, el pluralismo político y el desarrollo económico. Vemos en su fondo que se trata en su mayor parte de valores, derechos, nacidos de Occidente y que se han ido consolidando, aquilatando y expandiendo de su mano.
(…)
La crisis de Occidente no abre tanto una esperanza para el mundo como constata una realidad que puede ser esperanzadora, y que lo será más si sabemos construir una gobernanza mundial que realmente contribuya a lograr la mayor felicidad para el mayor número. Para ello, es también conveniente que la pérdida de peso de Occidente no se transforme en una disminución de la fuerza de penetración de sus grandes valores culturales positivos. Estos valores debemos reivindicarlos sin complejos, porque en este nuevo mundo que surge la herencia de humanismo de Occidente habrá de estar necesariamente presente si queremos que los derechos humanos formen parte del núcleo del nuevo orden internacional».
Hubo un tiempo en el que me avergonzaba lo que hacía España, ahora me avergüenza lo que hace Europa, si a esto unimos la vergüenza que pasea por todo el mundo USA y China, nos van quedando muy pocos países por los que estar orgullosos.
Pobre Humanidad y pobre Tierra, en manos de unos desalmados que esquilman y degradan porque nosotros les dejamos hacer…