El pasado 22 de febrero de 2015 se publicaba en este blog el artículo YEMEN UN ESCENARIO IMPREVISIBLE.

https://jjolmos.wordpress.com/2015/02/22/yemen-un-escenario-imprevisible/

Por desgracia, el conflicto se ha extendido. La guerra se ha hecho visible con toda su crudeza. La población yemení, la más pobre de todos los países árabes, será la que sufra las peores consecuencias.

ATAQUES AÉREOS. OPERACIÓN TORMENTA DECISIVA

Las relaciones entre Arabia Saudí e Irán han respondido al paradigma de una guerra fría. Dos potencias regionales que luchan por la supremacía en Oriente Medio pero que nunca se han enfrentado directamente. Los dirigentes árabes e iraníes sostienen una pugna indirecta mediante sus apoyos a bandos diferentes en los conflictos que afectan a la región. Así sucede en Siria, Líbano e Irak. Una batalla por el poder potenciada por las diferencias religiosas. Los árabes son suníes y los iraníes son chiíes.Conflicto en Yemen

El conflicto de Yemen ha puesto de manifiesto que esa rivalidad puede convertirse en una guerra abierta. La coalición liderada por Arabia Saudí ha bombardeado posiciones de los rebeldes hutíes -chiíes apoyados por Irán-, que había derribado el gobierno presidido por el suní Abdo Rabu Mansur Hadi. Para los saudíes un gobierno pro iraní en su flanco sur se hacía insoportable. Irán por el momento ha respondido con cautela, a la espera de lo que suceda en las negociaciones sobre su programa nuclear.

Desde las facciones enfrentadas se apela a los sentimientos religiosos para legitimar sus actuaciones, pero en realidad es una lucha de poder y, por tanto, se trata de una batalla política en la que intervienen actores internos y externos, en una complicada trama de alianzas que no siempre responden a la lógica del enfrentamiento religioso.

Hay que partir de la base que, si exceptuemos algún actor externo, todos los demás actores son musulmanes, por lo que en principio hay que descartar que se trate de un conflicto entre civilizaciones o religiones. No es una guerra contra Occidente, ni contra intereses occidentales, es un enfrentamiento entre árabes e iraníes por la supremacía regional, en la que las potencias mundiales se posicionan, aunque no siempre de manera clara en favor de uno u otro bando.Conflicto Irán Arabia

En Yemen, tras el ataque a las mezquitas chiíes de la capital Sana, que causaron 154 muertos, los rebeldes hutíes decidieron pasar al ataque y avanzar hacia Adén, ciudad en la que se había refugiado el depuesto presidente Hadi; este, al verse amenazado, pidió ayuda al Consejo de Cooperación del Golfo. Arabia Saudí respondió con ataques aéreos, que comenzaron el 26 de marzo de 2006, contra posiciones hutíes.Operación Militar en Yemen

Arabia Saudí ha conseguido formar una coalición de países árabes para tratar de eliminar la amenaza chií en el flanco sur de su territorio y al mismo tiempo enviar un mensaje claro al gobierno iraní de que Arabia Saudí y sus aliados árabes no están dispuestos a consentir que Irán siga extendiendo su zona de influencia en la región.

Significante es la posición de dos grandes países musulmanes no árabes de mayoría suní. Pakistán no ha tomado decisión alguna, aunque su primer ministro Nawaz Sharif ha manifestado que Arabia Saudí tendrá todo su apoyo si ve amenazado su territorio. Pakistán tiene una gran dependencia energética y económica de Arabia Saudí, además de una frontera de casi mil kilómetros con Irán. El otro gran país musulmán no árabe Turquía ha ofrecido apoyo político y ayuda logística e inteligencia militar.

Los Estados Unidos aprueban la intervención y prestan apoyo logístico e inteligencia. Francia y el Reino Unido también son favorables a los ataques, mientras que la Unión Europea se manifiesta  favorable a la negociación. Rusia y China, en cambio, apoyan a los iraníes.

Yemen tiene una importancia estratégica para el dominio del paso hacia el canal de Suez por donde navega el petróleo y el gas que tanto necesita Occidente. Yemen en manos “incontroladas” puede ser una amenaza para los intereses occidentales.Yemen posición estratégica

Por su parte Irán no ha tomado ninguna medida que pueda entorpecer las actuales negociaciones sobre el programa nuclear. Irán, aunque apoya a sus correligionarios hutíes, se muestra prudente porque su prioridad es alcanzar acuerdos en sus negociaciones para que se levanten los embargos que tanto dañan su economía. Irán acusa a Arabia Saudí y sus aliados de ser agresores en manos de los intereses norteamericanos.

No es casualidad que los ataques, la formación de la coalición y la creación de la fuerza militar árabe hayan coincidido en el tiempo con las negociaciones sobre el programa nuclear que Irán mantiene en Lausán (Suiza) con el denominado las potencias del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas más Alemania. Arabia teme que el acuerdo beneficie a Irán y recela de la política del presidente Obama por su actitud favorable al final del aislamiento iraní consecuencia de la revolución jomeinista de 1979.

Tampoco es casualidad que Arabia Saudí haya sido el segundo mayor comprador mundial de armas en los últimos años, material que ha comprado principalmente a Estados Unidos, Francia y Reino Unido.SIPRI compra venta armas 2011-2014

Arabia Saudí e Irán están enfrentados indirectamente en Irak, Siria, Líbano y Yemen, pero no es impensable un enfrentamiento directo si no se detiene la tensión. La Operación Tormenta Decisiva, que así se denomina la operación militar iniciada por Arabia Saudí en Yemen, y la creación de una fuerza militar árabe durante la cumbre celebrada en la localidad egipcia de Sharm el Sheij, coincidiendo con los ataques a Yemen por parte de la coalición, no contribuyen a calmar los ánimos.

Desde las mezquitas de una y otra parte se lanzan mensajes provocadores. Las de Riad argumentan que los ataques en Yemen son un deber religioso. El Ayatolá iraní Sadeghi responde que es una agresión y una interferencia en los asuntos internos de otro país.

Los Estados Unidos, en boca de su Secretario de Estado John Kerry, creen que el acuerdo nuclear será decisivo para conseguir estabilidad en la región. Curiosamente israelíes y saudíes comparten la opinión de que ese pacto proporcionará “alas” a la política expansionista de Irán.

La complejidad de las relaciones en Oriente medio provoca extrañas alianzas y cambios de posiciones. El presidente Obama, con fuerte oposición interna nacional, aboga por ese tratado como paso previo de estabilidad regional, en contra de sus más firmes aliados en la zona, Israel y Arabia Saudí, que entre sí también mantienen históricas diferencias.

Y aunque parezca mentira, todos –árabes, iraníes, israelíes y occidentales- tienen enemigo común, antes Al Qaeda y ahora el Estado Islámico. El Estado Islámico amenaza a todos y de la confusión sacará provecho sin duda.Mapa Liga Árabe

Pero el otro enemigo de todos los árabes y de los iraníes es Israel, que se mantiene a la expectativa; por el momento las batallas entre árabes e iraníes, suníes y chiíes, le benefician. Sin embargo, la creación de la coalición árabe, dotada de moderno armamento y numerosos efectivos, no le debe ser ajena. Aunque creada para cortar el expansionismo iraní, cuando las armas están cargadas  nunca se sabe hacia dónde pueden disparar.

La recién comenzada primavera de 2015 ha comenzado con otra guerra en el mundo árabe. Que lejana queda la esperanza de aquella “Primavera Árabe”…

Javier Jiménez Olmos

2 de abril de 2015

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